En una rueda de prensa, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, indicó que el salvavidas financiero de € 50.000 millones de la UE, vetado por el dirigente húngaro Viktor Orbán, llegará “próximamente” junto a más soporte de otros aliados.
Además, Zelenski contó el diálogo que tuvo con Orbán durante la toma de posesión de Javier Milei,
“En Argentina pregunté a Orbán por qué no nos apoya en la UE; no fue capaz de decírmelo”, indicó. “Quizá su política no es muy amistosa hacia Ucrania, aunque somos vecinos y tenemos retos comunes”.
El presidente de Ucrania también dijo que su intención era mantener una reunión “constructiva” con su par húngaro.
Su país se enfrenta a una situación económica complicada, mientras aguarda más de 100.000 millones de euros en sostén financiero pendiente de Washington y Bruselas que el país necesita para mantenerse a flote durante una guerra que, según comentó, “nadie sabe cuándo acabará”.
El país invadido por las tropas rusas y su líder viven uno de los momentos más complicados y duros desde el comienzo de la guerra.
Rusia blindó sus defensas y enrocó su posición en las líneas del frente de los territorios ocupados en el este y en el sureste, a la vez que puso gran parte de su maquinaria en economía de guerra para producir armamento.
Mientras, Ucrania avanza solo unos metros en una contraofensiva en la que se habían puesto grandes esperanzas.
De hecho, algunos analistas empiezan a preguntarse si Ucrania ha empezado a perder la guerra.
“No”, afirmó Zelenski, vestido con su tradicional uniforme militar.
“Con respecto al campo de batalla, Rusia no ha logrado ninguno de sus objetivos este año”, aseguró. “Y, sin embargo, no ha cambiado su mensaje sobre sus objetivos”, añadió después de que en los últimos días el líder ruso, Vladímir Putin, repitiera que mantiene la meta de “desmilitarizar Ucrania”.
Sobre los escasos avances de la contraofensiva, Zelenski eludió hablar de nuevas metas.