En 1880 con la llegada al poder del general Julio A. Roca, se consolidó el modelo agroexportador. Argentina se integró a la economía mundial como proveedora de materias primas e importadora de productos manufacturadas. El comercio fue favorecido por la extensión de vías ferroviarias que desembocaban en el puerto de Buenos Aires.
En materia social, un gran número de inmigrantes europeos, especialmente de Italia y España, llegaron a nuestras tierras en búsqueda de una vida mejor. Como presidente, Roca logró varios avances en temas civiles, educativos y económicos. Se creó el Consejo nacional de educación y el Registro Civil, que reguló los nacimientos, defunciones y casamientos, tareas que antes estaban en manos de la Iglesia.
El modelo político se basó en los principios conservadores, basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política. Para las elecciones de 1886, Roca impuso la candidatura de su cuñado Miguel Juárez Celman, quien asumió como presidente de la Nación. Durante su gobierno, llevó adelante una política económica liberal fomentando la privatización de todos los servicios públicos.
Como oposición a éste régimen, se creó la Unión Cívica, un grupo político muy heterogéneo que expresaba a los diversos sectores disconformes.En el plano social, lucharon por la dignidad de los trabajadores desde los gremios socialistas y anarquistas; mientras que en el plano político combatieron la corrupción. Sus dos máximos referentes fueron Leandro N. Alem y Bartolomé Mitre.
La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social, manifestado por innumerables huelgas, llevaron a un sector de la clase dominante a impulsar una reforma electoral para calmar los ánimos y trasladar la discusión política de las calles al parlamento. En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su nombre y que estableció el voto secreto y obligatorio.