Desde 1997, este instituto es dirigido por Alexander Ginzburg, miembro de la Academia Rusa de Ciencias, quien brindó una entrevista exclusiva al equipo del noticiero de la TV Pública integrado por Pablo Vigna, Miguel García y Gustavo Penella.
“Ha sido nuestro deber profesional responder a este reto de la naturaleza y sus microorganismos, y en un plazo muy corto, nos esforzamos para crear una vacuna que proteja a toda la población de nuestro país y que también sea útil para todo el planeta”, indicó Ginzburg.
En tanto, aseguró que la vacuna Sputnik V “pasó todos los estadíos de la aprobación y mostró unos resultados muy altos de seguridad y una eficacia inmunogénica del 100%”.
El 11 de agosto la vacuna fue registrada por el ministerio de salud de Rusia, y un mes después fueron vacunados un grupo de voluntarios. “Nosotros tenemos la oportunidad de divulgar ese preparado en otros países, en otros continentes, y ejercer la transferencia de nuestras tecnologías para que pueda producirse en otros países, y así, éstos tengan la oportunidad de proteger a su población” manifestó el científico.
En el centro Gamaleya trabajan más de 500 científicos y científicas que estuvieron abocados a la realización de la vacuna contra el coronavirus. Uno de ellos, el científico Vladimir Gushehim, admitió que “el momento más tenso ya lo hemos pasado”, y que hubo momentos en los que “nos vimos obligados a trabajar 24 horas sin dormir”, y aunque si bien el ritmo bajó, aseguró que aún “el trabajo es bastante intenso”.
Gushehim celebró el trabajo realizado, pero destacó que lo que viene, implica un momento de máxima responsabilidad: “hacer este trabajo público para la comunidad científica y para toda la gente”.
Este centro fue fundado en 1891 como laboratorio privado y pasó a manos del Estado en 1919. Desde 1949 lleva el nombre de Nikolay Gamaleya, pionero de la investigación microbiológica en Rusia. Gamaleya estudió en el laboratorio del biólogo francés Louis Pasteur, en París y abrió, en 1886 en Rusia, el segundo punto de vacunación contra la rabia en el mundo.
En el siglo XX, Gamaleya, al frente del centro, luchó contra epidemias de cólera, difteria y tifus y organizó campañas de vacunación masiva en la Unión Soviética.
El centro gestiona una de las mayores colecciones de virus del mundo y tiene sus propias instalaciones para la elaboración de vacunas. Desde los años 80 el Centro Gamaleya ha liderado los esfuerzos para desarrollar una plataforma tecnológica basada en adenovirus que se encuentran en los adenoides humanos.
El Centro Gamaleya desarrolló y registró con éxito, en 2015, dos vacunas contra el Ébola (y una tercera vacuna fue registrada en 2020), usando la plataforma de vectores adenovirales. Las vacunas han sido oficialmente aprobadas por el Ministerio de Salud de la Federación Rusa. Cerca de 2.000 personas en Guinea han sido inyectados con la vacuna contra el Ébola como parte de los ensayos clínicos de Fase 3. En 2017-18, el Centro Gamaleya recibió una patente internacional por su vacuna contra el Ébola.