
En el segundo piso del CCK está la sala inmersiva: cada 15 minutos se renuevan los grupos que harán el recorrido por el interior de una experiencia singular y ajena -la de cinco investigadores que durante seis meses, contando desde el verano de 2022, trabajaron en el hielo recuperando patrimonio histórico-; pero también de una experiencia colectiva propia, porque es parte de la historia un país: la de la presencia argentina en ese continente desde 1902, la del compromiso científico y las expediciones legendarias.
¿Qué se ve en la sala? Las filmaciones que hizo en su tiempo libre Teo Salvarrey (Buenos Aires, 1996), un joven docente de Sociología para historiadores y miembro del Archivo Histórico de Cancillería que formó parte de la expedición enviada por el Instituto Antártico Argentino para trabajar cuestiones de patrimonio en el Refugio Suecia del Cerro Nevado, donde invernó el primer argentino que hizo ciencia en la Antártida, José María Sobral.
“Como con el cambio climático el terreno se está descomponiendo y los objetos históricos salen a superficie (botellas, zapatos, balas, huesos de los perros de la exploración original) mi trabajo en fue hacer un poco de conservación, limpieza, descripción e inventariado de estos objetos que fuimos separando en la campaña Antártica de Verano 2022-2023”, explicó Salvarrey.
Mediante una técnica de Virtual Production y animación 3D se reconstruyó el entorno antártico de manera inmersiva, como la llegada de Sobral, que atraviesa la sala y a sus visitantes. La lógica 360° permite una sensación de buceo que se intensifica al traer los sonidos de la Antártida, desde pasos sobre la nieve hasta el canto de los pájaros.
La exhibición se inauguró en el CCK con la presencia del ministro saliente de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; del canciller saliente, Santiago Cafiero; Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur; Pablo Fontana miembro de la expedición e historiador del Instituto Antártico Argentino; y representantes del Comando Conjunto Antártico.
“Inauguramos este espacio para que se conozca qué es la Antártida, el trabajo que se hace en ella y los recursos que guarda, porque uno ama y defiende lo que conoce -dijo a su turno Cafiero-. La experiencia de la Antártida es esencial para defender la política argentina respecto a su soberanía plena”, advirtió.
Luego, Fontana destacó el “honor” de “trabajar rescatando la memoria polar argentina, ya sean campamentos como el de Cerro Nevado, la primera instalación argentina en la Antártida o incluso rompehielos como el mítico Irízar, una tarea que también llevamos adelante en el continente sudamericano a través del rescate del cine, la fotografía y la historia oral de quienes prestaron servicios en el sexto continente y que hacemos junto a instituciones como la Universidad Nacional de Tierra del Fuego”.