El 24 de mayo se cumplen 10 años de la muerte de Elsa Bornemann (1952-2013): poeta, cuentista, novelista, autora disruptiva que llevó la ética de la libertad, el compromiso, la solidaridad y el amor a ficciones para infancias, adolescencias y juventudes.
“Elsy”, como la recuerdan afectuosamente, fue también precursora al incorporar el género del terror. “Socorro”, su libro de cuentos más conocido, sigue siendo referente y material de lectura para las nuevas generaciones.
Incluso en estos días, en la Feria Internacional del Libro, junto con “Un elefante ocupa mucho espacio” compone la dupla de los más pedidos y vendidos.
“La edad del pavo”, “Los desmavilladores”, “Queridos monstruos”, “Cuadernos de un delfín”, “El libro de los chicos enamorados”, “Corazonadas”, son otros de los textos que se pueden conseguir en la Feria, en el stand Loqueleo, decorado con grullas de colores.
La idea surgió del relato “Mil grullas”, en el que el personaje Torisho coloca en la habitación del hospital donde está internada su amiga Naomi, tras la bomba de Hiroshima.
Desde que empezó la Feria, en Loqueleo los fines de semanas hubo talleres para armar grullas. Se acercaron familias, niños y jóvenes a doblar papelitos de colores para crear las aves.
La idea es que hacia el cierre, las grullas que se vayan juntando, y que en el stand guardan cuidadosamente en una caja transparente, sean colgadas en el espacio.
Hay días, cuenta el responsable del stand, que algunas personas (sobre todo adultas y docentes) se acercan para dejar su grulla aunque no haya talleres.
Otro homenaje
Hasta el 4 de agosto, la Biblioteca del Congreso también le rinde homenaje con una muestra que reúne material biográfico y revela una faceta más íntima de la autora, gracias a los préstamos que hicieron sus hermanas Hilda y Margarita.
Se exhiben diplomas, textos escritos a mano y fotografías donde Elsa aparece de niña, en la escuela, vestida de azafata (porque también fue azafata pero se cansó de servir a los demás y prefirió la docencia), o de jovencita, con un estilo muy parecido a su imagen inmortalizada de pelo rubio amarillo y con flequillo.
También hay primeras ediciones, así como bocetos originales de ilustraciones de muchos de sus libros, realizadas por grandes artistas como Nine, Pez, O Kif o Bianki.
Allí también se exhibe el certificado de honor que recibió el libro por parte del jurado del prestigioso galardón Hans Christian Andersen. Así, Bornemann se convirtió en la primera escritora argentina en ser considerada por ese premio, más tarde lo ganaría María Teresa Andruetto, en 2012, y diez años después tendría como finalista a María Cristina Ramos.
La exposición se puede visitar hasta el 4 de agosto de forma libre y gratuita, de lunes a viernes de 8 a 23 y sábados y domingos de 10 a 20 en la Sala Pública de Lectura, Hipólito Yrigoyen 1750, CABA.