El dirigente radical Federico Storani pidió que “la Justicia sancione de manera ejemplar a quienes actúan con desaprensión y desprecio a la vida”, al iniciarse el juicio por la muerte de su hijo Manuel Storani, la madre de éste, María de los Ángeles Bruzzone, además de una tercera persona, por un choque de lanchas en el río Luján, en el partido bonaerense de Tigre, hace siete años.
Tras sucesivos recursos de la defensa que impidieron el comienzo del juicio oral, el conductor de una de las embarcaciones, Pablo Torres Lacal, será juzgado por el Tribunal Oral N 1 de San Isidro por el delito de “triple homicidio con dolo eventual“.
“Se lo debo a Manu, a su mamá, a Ángeles, pero también se lo debo a la sociedad. Los siniestros son una verdadera epidemia en la República Argentina y se requieren políticas públicas de educación, de prevención, pero sobre todo también uno de los eslabones principales es el accionar de la Justicia”, manifestó Storani a la agencia Télam en las puertas del tribunal.
En total fueron citados 49 testigos.
También habrá testigos de identidad reservada que van a dar cuenta de la personalidad del imputado y de sus hábitos, según indicaron fuentes relacionadas a la causa.
En la puerta de los tribunales de San Isidro se reunieron familiares, y amigos de la familia con carteles con la leyenda “Más de 7 años esperando justicia x Ángeles y Manu”. También acompañó Viviam Perrone, de la asociación Madres del Dolor.
El 31 de marzo de 2016 Manuel Storani, de 14 años, viajaba junto a su mamá, María de los Ángeles Bruzzone, y otras cuatro personas en una lancha que -cerca de las 23- fue violentamente embestida por otra embarcación conducida por Torres Lacal, “que venía a velocidad máxima y haciendo zigzag”, según testimonios de los testigos.
De la investigación judicial también se desprende que, al momento del impacto, la visibilidad era prácticamente nula.