El acto se llevó a cabo en el barrio Papa Francisco, de la localidad de Pontevedra, de Merlo y además participó la secretaria de Integración Socio Urbana, Fernanda Miño; la secretaria de Desarrollo e Integración Social del municipio local, Karina Menéndez; y la jefa de Gabinete del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, Laura Carvajal.

Kicillof consideró que la iniciativa es parte de la etapa actual de reconstrucción de la Argentina “después del macrismo y la pandemia” y que la ayuda es extraordinaria porque llegará al “corazón de los barrios donde están las necesidades”. En ese sentido, Zabaleta destacó que irá al mercado interno 8 mil millones de pesos “que impactarán de manera directa en los diferentes rubros de la construcción”.

Este sábado, el primer sorteo involucró a 35.101 beneficiarias sobre el total de 105 mil inscriptas en esta línea destinada mayores de 18 años, residentes en inscriptos del Registro Nacional de Barrios Populares (son 4.440 los puntos) , argentinas o con residencia permanente. Primero se cobran el 50% del dinero y el 50% restante luego de validar el avance de la obra a través de una aplicación de teléfono celular.

El dinero -que va de los 100 mil a 240 mil pesos- puede ser utilizado para mejoramiento de techo, pared, piso o aberturas; división de interiores; refacción menor de plomería y/o electricidad y ampliación de vivienda.

El programa es compatible con cualquier prestación social, incluido el programa Potenciar Trabajo pero quienes no completen el avance de obra quedarán inhabilitadas para nuevas líneas de asistencia económica.

Zabaleta reveló que el 15 por ciento de las inscriptas sufrió violencia de género y, por otro lado, garantizó que el programa continuará. “Mi pieza vino para quedarse”, anticipó. “Hay 4.400 barrios populares que tenemos la responsabilidad de urbanizar. Estamos felices de seguir brindando derechos, de seguimos incluyendo, para empezar esta nueva etapa de pospandemia y así reconstruir la Argentina”, agregó.

El próximo sorteo será en diciembre.