Música

Se cumplen 20 años de la muerte de Pappo, un ícono del rock nacional

El músico y guitarrista, que se accidentó con su moto cuando transitaba la ruta 5 hacia Luján en 2005, dejó una huella imborrable en la cultura rock de nuestro país.

Se cumplen 20 años de la muerte de Pappo, un ícono del rock nacional

En la madrugada del 25 de febrero de 2005, Norberto Aníbal Napolitano, más conocido como “Pappo”, viajaba en moto por la Ruta 5 hacia la localidad de Luján junto a su hijo. En una mala maniobra, las motos se tocaron, haciendo que Pappo perdiera el control, cayera en el asfalto y fuera embestido por un automóvil recibiendo graves heridas que le provocaron la muerte.

Aquel 25 de febrero, a la tarde, su cuerpo fue llevado en caravana desde su casa de La Paternal hasta el cementerio de La Chacarita, acompañado por más de 3000 fanáticos y amigos.

Norberto “Pappo” Napolitano nació el 10 de marzo de 1950 y fue definido como la gran guitarra del rock argentino, que creó todo un estilo ligado al blues y al rock pesado. Sus bandas fundamentales, Pappo’s Blues y Riff, y sus participaciones en los Abuelos de la Nada y Los Gatos, entre otros proyectos, dan cuenta de ese itinerario artístico y vital.

Pappo y Charly, una relación que pasó del odio al amor en Cosquín Rock

Pocos días antes de su trágico fallecimiento, Pappo se había presentado en Cosquín Rock, que ese año (2005) realizó su primera edición en la Comuna de San Roque. Además de una memorable reunión de Riff, el “Carpo” invitó al escenario a Charly García, con quien tuvo una relación muy tirante durante su carrera.

En una entrevista posterior al fallecimiento, “Say no more” recordó ese momento con simpatía. “Fue mandando a varios intermediarios para invitarme para que toquemos juntos en Cosquín Rock porque no sabía cómo pedírmelo. Se ve que tenía cola de paja”, rememoró.

Finalmente, esa noche tocaron juntos “Desconfío”, la versión de “Popotitos” que popularizó Serú Girán y el cierre fue con “Sucio y desprolijo”, clásico de Pappo’s Blues.

Pappo encarnaba el rock como nadie en la Argentina. Una guitarra cruda y filosa, una voz rota, motos, tuercas y excesos, marcaron una personalidad que ineludiblemente se constituyó en signo de una era. Hoy, a 20 años de su desaparición física, su influencia en la música nacional sigue vigente y, sin dudas, lo seguirá siendo por muchos años más.