Un 11 de octubre de 1904, en un conventillo de San Telmo, nació Laura Ana Merello, la querida actriz y cantante Tita Merello quien dejó su huella en la vida como artista pero, sobre todo, como mujer. La actriz argentina Mercedes Funes, protagonista del film “Yo soy así: Tita, la película”, la recuerda como “una precursora del empoderamiento femenino”.
Hija del chofer argentino Santiago Merello, que falleció a causa de tuberculosis y de la planchadora uruguaya Ana Gianelli. A los cinco años fue trasladada a un orfanato porque su madre no podía cuidarla. Luego de vivir en varios lugares y trabajar como criada, volvió al conventillo a los 12 años. Jamás pudo concurrir a la escuela, recibió educación formal de parte de Simón Irigoyen Iriondo. La soledad, la pobreza y el abandono emocional marcaron su personalidad.
Tita sentía que tenía que transmitir lo testimonial y contestatario, por eso algunos de sus preferidos fueron: ¡Qué vachaché!, Cambalache, Yira Yira, ¿Dónde hay un mango?, Tranquilo, viejo, tranquilo, Soy un arlequín, Los amores con la crisis, ¡Qué hacés, qué hacés!, ¡Que careta!, Che, Bartolo. Algunos con tintes autobiográficos como Se dice de mi, Arrabalera, Pipistrela, Graciela oscura, La milonga y yo, Soledad, la de Barracas, entre otros.
Elegía su repertorio, su modo de expresarlo y así creaba su estilo, entre el recitado y el canto. Descollaba el decir y el recitado musical deliberado, que remataba con gestos y repliegues inesperados en la expresión de su rostro, sin perder jamás el dominio de la dicción, ni los pasos de comedia.