Lucio Victorio Mansilla fue una de las figuras más representativas de la “generación del 80” y de las más importantes de la historia argentina. Sobrino de Juan Manuel de Rosas, mantuvo con él una relación de afecto y respeto familiar y de distanciamiento ideológico. Periodista, cronista de guerra, osado militar, político, brillante escritor, diplomático, hombre de mundo y uno de los más notoriosdandys de su época, Mansilla no pasó desapercibido en ninguno de sus quehaceres. Paul Verlainelo describió de esta manera: “Anoche comí con un general de la República Argentina. Ha vivido en la Pampa. Ha escrito un libro indiano que me va a mandar. Habla muy bien el francés y es un elegante, nada falta en él: sombrero inclinado, guante lila, monóculo, boutonnierefleurie, levita larga color té con leche…”. El libro al que hacía referencia el poeta francés es “Una excursión a los indios ranqueles”, una de las primeras etnografías escritas en el país, basado en los días de convivencia deMansilla con los indios. Además, fue uno de los mayores exponentes de la causerie, el arte de la conversación, que supo volcar en otros libros memorablescomo“Entre Nos,Causeries del Jueves” o“Estudios morales, el diario de mi vida”. De la pluma a la espada, combatió en la Guerra de la Triple Alianza, entre otras incursiones militares. Enamorado de su imagen, no obstante llegó a escribir: “Los fotógrafos viven de la vanidad humana”. Reflexivo, contradictorio, inclasificable, Lucio V. Mansilla fue un hombre que trascendió a su época.
Junto a la Dra. en Letras María Rosa Lojo, y al historiador y escritor Felipe Pigna, indagamos acerca de este personaje histórico.