Salud

Primavera en Buenos Aires: por qué los plátanos son la kriptonita de los alérgicos

La estación de las flores tiene sus estorbos para los porteños, que sindican como el culpable a uno de los protagonistas de su arbolado. Por qué puede afectarlos, cómo contrarrestar los efectos y qué barrios son los más complicados.

Primavera en Buenos Aires: por qué los plátanos son la kriptonita de los alérgicos

La capital argentina tiene plantados en espacios públicos 500 mil árboles y de ellos un 15% son plátanos.

Bellos y con un follaje amigable para la sombra en días calurosos y soleados, encierran sin embargo un costado molesto: sus frutos y polen despiertan síntomas alérgicos que ponen en guardia a la población que sufre estas afecciones, y por eso, son árboles con mala reputación entre el público general.

En la mayoría de los casos la fisiopatología de los síntomas se produce por simple irritación de las espículas de los frutos (90% de los pacientes).

Los síntomas por polen de plátano sombra IgE mediado (10% de los pacientes que refieren síntomas) son iguales a cualquier otro polen: picor ocular, de nariz o ambos al mismo tiempo, lagrimeos, estornudos profusos, moqueos constantes, tos seca y en ocasiones broncoespasmo en la época de polinización.

El gran problema con este árbol son sus frutos, que al caer al piso se desarman es cientos de espículas que, al ser llevadas por
el viento impactan sobre la mucosa de las personas que viven en los alrededores.

Los individuos –alérgicos o no alérgicos– pueden manifestar síntomas, sobre todo irritación conjuntival, nasal y/o faríngea.

Hay que tener en cuenta que estos síntomas se presentan solamente durante la polinización del plátano sombra, que es de 30 días, y
que ocurre desde mediados de agosto hasta fi nes de setiembre en Argentina, aunque puede variar de acuerdo con la latitud, y extenderse hasta octubre, cómo sucede ahora mismo.

Algunos pacientes, incluso refieren síntomas durante los meses de marzo y abril. Esto se explicaría por la reflotación del polen adherido a
las hojas que se desprende en el momento de la caída de éstas.

La falta de lluvia y los días ventosos provocan una mayor duración de las espículas de los frutos. Pueden observarse entonces verdaderos “colchones” de frutos y espículas sobre los cordones de las calles cercanas.

Los síntomas son transitorios y tratables con la medicación adecuada. En cambio, es altamente recomendable una poda selectiva sobre los frutos (aconios) a mediados del invierno y/o el barrido de éstos en forma diaria durante los meses de primavera

Para quiénes sufren los efectos de manera transitoria, la farmacoterapia no difiere de la indicada en el resto de las rinoconjuntivitis alérgicas y es el tratamiento de elección ante los síntomas.

Para los alérgicos graves, en cambio, se recomienda antigenoterapia específica, que se aplicará solo en pacientes con test cutáneos positivos con el polen de plátano y síntomas severos que no pueden ser controlados con farmacoterapia. Puede iniciarse de 60 a 90 días antes del comienzo de la polinización.

*Un protagonista del arbolado*

La primera recomendación de los especialistas para evitar síntomas es evitar el contacto con el árbol.

Afortunadamente, las espículas del fruto del plátano –principal culpable de toda la problemática– son pesadas y por ende, el radio de su acción irritativa sobre la población no excede los 200 a 300 metros a la redonda.

Pero aunque en la actualidad se desaconseja su plantación en las ciudades, evitarlos puede ser una misión imposible en algunas zonas de Buenos Aires.

El último censo de arbolado realizado en 2018 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se contabilizaron alrededor de 70.000 plátanos entre los 430.000 árboles censados. El _Platanus hispánica_ es conocido por su rápido desarrollo y altura, que puede superar los 40 metros.

Los plátanos son especialmente comunes en el barrio de Palermo, donde se cuentan alrededor de 5.402 ejemplares. Le siguen en cantidad Villa Devoto y Flores. Por otro lado, Belgrano, Villa Crespo y Caballito tienen menos presencia de plátanos en comparación con los primeros lugares, y el distrito de Liniers es afortunado en cuanto a la escasa cantidad de esta especie, con aproximadamente 1,500 árboles.

En el año 2003 se elevó un informe a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires donde se deja en claro que no existen razones para la tala de esta especie como reclaman a menudo los vecinos.