El miércoles 3 de agosto, mediante la Resolución N° 484-2022, el Directorio de la Administración de Parques Nacionales (APN) declaró al Volcán Lanín/Pijan Mawiza Lanvn como “Sitio Natural Sagrado Mapuche”.
Luego, la polémica tomó las redes y fue repudiada por la política provincial.
Para el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, la medida implicaba que Nación decidiera sobre un recurso provincial, considerando que era una ilegalidad.
Mientras, desde sus cuentas de Twitter, el ex presidente Mauricio Macri, declaró que “el hermoso Volcán Lanín es de todos los argentinos, sin discusión” y Miguel Ángel Pichetto, repudió la resolución destacando que “otra vez se ve afectada la soberanía en un lugar paradisíaco y turístico de nuestro país. Una imbecilidad propia de este gobierno. En breve toda la Patagonia será mapuche”.
Al día siguiente, la Administración de Parques Nacionales (APN) retrocedió en su decisión y determinó “dejar sin efecto la actual resolución”.
Según el comunicado oficial, con la marcha atrás, la APN “manifiesta la intención de continuar con la gestión conjunta y de procesos participativos, de manera federal, con todas las jurisdicciones en las que se emplace un parque nacional”.
Los parques nacionales fueron creados a nivel mundial como espacios “sin habitantes”, generando fuertes procesos de expulsión y despojo sobre las poblaciones originarias que preexistían en estos territorios.
Sin embargo, en las últimas décadas las agencias internacionales de conservación han cambiado la forma de concebir y manejar estas áreas, dando lugar a manejos participativos o co-manejos.
Las gestiones participativas buscan integrar los “conocimientos científico-técnicos” con los “conocimientos tradicionales/ancestrales” de las comunidades locales e indígenas con el objetivo de desarrollar prácticas sustentables y mejorar la calidad de vida de estas poblaciones.
En el marco de estos proyectos, en los Parques Nacionales Lanín y Nahuel Huapi, en julio de 2016, se creó la “Mesa Política de los Co-manejos”. Y en esta instancia, se inició la discusión por la declaración del Lanín como “sitio natural sagrado mapuche”.
De esta forma, equipos técnicos de la APN y del Pueblo Mapuche vienen trabajando hace seis años para pensar en conjunto esta nueva categoría de manejo en Argentina. Una categoría de conservación que se implementa a nivel mundial.
“Hace 15 años las comunidades vienen construyendo una metodología de comanejo del Parque Nacional Lanín”, declaró el Werken de la zonal sur de la Confederación Mapuche, Fidel Kolipan.
La conservación como mandato ancestral
En 2006, autoridades políticas y filosóficas del Pueblo Mapuche enmarcadas en la Confederación Mapuche de Neuquén, sostuvieron que el Lanín estaba sufriendo un grave deterioro como resultado de la sobreexplotación. Se autoconvocaron de manera urgente frente a lo que entendían, era una situación de amenaza de vida del volcán/pijan mawiza a causa del uso irracional y descuidado de la actividad turística y deportiva promovida por la propia APN y por el municipio de Junín de los Andes. La principal evidencia de esta amenaza fue la falta de nieve y el desprendimiento progresivo de una parte de la ladera norte en 2004.
Frente a la avanzada y la amenaza de la sobreexplotación, las comunidades sostuvieron la necesidad de defender el plan de vida mapuche o “buen vivir”, el Kvme Felen.
Entendieron que era necesario realizar un Gejipun (ceremonia) para fortalecer el genmawiza (espíritu del volcán) y convocaron “El Grito del Lanín”, retomando una práctica ceremonial que no se realizaba desde la llegada de la APN en la década del ´30. Desde 2007, esta ceremonia se repite cada año entre los meses de enero y marzo en el rewe (lugar ceremonial).
Este rito requiere de un ambiente de privacidad, tranquilidad y resguardo del territorio en el que se desarrolla, para lograr establecer la relación armónica con los Pu Newen (todas las fuerzas naturales). A pedido de las autoridades mapuche, la administración del Parque Nacional Lanín suspendía las visitas durante estas jornadas.
Reconocimiento y retroceso
Desde entonces, las comunidades trabajan junto a la APN.
Kolipan balancea la labor conjunta: “De igual modo se han logrado cosas sobre todo en lo que es la participación mapuche con aquellos que son conocedores de nuestro saber y que forman parte de un círculo de autoridades que son los que recomiendan temas que tienen que ver con la relación entre la persona y el territorio”, relata.
El referente indígena afirma que “en estos años se vino instalando, incluso en encuentros internacionales, la idea de declarar al volcán como sitio sagrado y es lo que comprendió el directorio de la APN con la declaración, que no es ni más ni menos que eso”.
En la resolución original de la medida, el organismo ratificaba la posición de los pueblos indígenas. Y se destaca el reconocimiento de los lugares sagrados “como un valor de conservación para las comunidades y para el Área Protegida, y en especial, al Volcán Lanín como uno de ellos”. Además, hacía referencia a que “en el marco de su cosmovisión, las autoridades del Pueblo Mapuche han solicitado a esta Administración de Parques Nacionales el reconocimiento del Volcán Lanín -Pijan Mawiza- como Sito Natural Sagrado”.
Desde la APN explicaron que “se entiende como sitio sagrado a aquellos lugares, áreas de agua o tierra que tienen especial significado espiritual para los pueblos y comunidades, donde el sentido de sacralidad se vincula a la vida, en cuanto a su origen, sostenimiento y continuidad, así como al territorio, enlazándose con los conocimientos y relaciones culturales de un pueblo ancestral o moderno con su entorno y su sentido de lugar”.
Por eso, las comunidades mapuche de Neuquén se movilizaron el viernes pasado hasta la sede de Parques Nacionales de esa provincia para exigirle a las autoridades nacionales que vuelvan a declarar al Volcán Lanín “Sitio Natural Sagrado” de ese pueblo originario.
La reversión de la decisión, inconsulta con las comunidades, provocó reacciones. Las poblaciones indígenas de las zonales Wijice (Huiliches) y Pewenche de la Confederación Mapuche de Neuquén, protestaron frente a la sede de la intendencia de Parques Nacionales, en San Martín de los Andes, para reafirmar sus derechos y rechazar la derogación.