La magia del Festival de Cosquín se intensificó en su cuarta luna, donde los acordes y las letras se entrelazaron para crear una experiencia única. Con un repertorio diverso y emocionante, la velada del martes 23 de enero presentó una alineación de artistas que abarcó desde leyendas de la música hasta talentos emergentes.
La poesía de Víctor Heredia resonó en la plaza Prospero Molina, llevando consigo décadas de compromiso social y musical, y recordándonos la importancia de la canción como herramienta de cambio.
El escenario se iluminó con la presencia de Pedro Aznar, maestro de la música argentina, cuya voz y composiciones dejaron una huella imborrable en la escena musical.
La voz poderosa y la presencia escénica de Priscila Ortiz iluminaron la noche, destacando el talento femenino en la escena del folclore argentino.
La cuarta noche contó con la energía y la autenticidad de Raly Barrionuevo, quien, con su guitarra y su pasión, nos invitó a cantar y vibrar con cada acorde.
Con su encanto y talento, Maggie Cullen representó la frescura de la nueva generación, fusionando estilos y dejando su marca en el escenario coscoino.
Representando la esencia del folclore tradicional, Gustavo Chazarreta conectó con las raíces y nos transportó a paisajes sonoros cargados de historia.
El grupo Ahyre, compuesto por Juan José Vasconcellos, Sebastián Giménez, Hernando Mónico y Federico Maldonado, cerró la cuarta luna coscoína con su estilo único, fusionando la tradición con la contemporaneidad y conquistando corazones con cada acorde.