Caamaño confesó que “todos los días empecé en el camarín a dejarle algo. Cositas, guiños, giladas. Un chocolate, cosas con las que ella se podía dar cuenta que era yo. Mientras que le vea una sonrisa en el rostro, ya está”.
Además, Nazarena contaba que “esto empezó hace un mes más o menos. Es la primera vez que estoy tan contenta. En los ensayos habíamos empezamos a pegar buena onda y hablamos un poco más. Ya en Mar del Plata me apuró y dijo ‘¿cuándo vamos a tomar unas cervezas?’. ‘El lunes’, le contesté. Fue súper relajado. Somos compañeros de laburo”.