Motocachorros, dos amigos que tenían juntos una vida llena de excesos, pero un descuido en su loca carrera les puso un límite y a partir de ese momento sus caminos se abrirían.
Al fin se encuentran los dos compañeros de vida y aventuras. Comparten esa alegría. Mientras uno cayó, el otro levó, porque así funciona la metáfora. El que seguía el camino del mal va para abajo y el que seguía el camino del bien, va para arriba. Algún día quizá vuelvan a encontrarse y siga esta historia.