El presidente Javier Milei le exigió al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que renuncie a su cargo para permitir una intervención nacional y aplicar su propia política de seguridad.
La solicitud se produjo en el marco de la conmoción por el crimen de Kim Gómez, la niña de siete años que fue asesinada durante un robo en La Plata. El caso reavivó el debate sobre la inseguridad en el conurbano bonaerense y generó cruces entre Nación y Provincia.
En sus redes, el mandatario propuso “intervenir la provincia” y rechazó la oferta de “trabajar en conjunto”, como le había solicitado el mandatario provincial, por tener “visiones distintas”. “En un año nosotros vamos a terminar con la violencia”, aseguro el jefe de Estado en X.
“Dado que esta admitiendo su fracaso, si le interesa el bienestar de los bonaerenses córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la provincia”, apuntó el libertario.
A las críticas a Kicillof se sumó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que también en un posteo en redes apuntó con ironía que el nombre del Movimiento Derecho al Futuro que respalda al gobernador bonaerense es apropiado porque considera que “el peronismo en el presente es solo muerte, corrupción, pobreza y desesperanza”.
La diputada de La Libertad Avanza Juliana Santillán, por su parte, le pidió al gobernador Kicillof que le de el lugar “al único al que le sobra coraje y determinación” para afrontar sus “desastres de gestión”. “Dejalo a Milei”, concluyó la legisladora oriunda de Mar del Plata.
Sin embargo, la propuesta del presidente cosechó críticas del peronismo. El jefe del bloque de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados, Germán Martínez, dijo que la “proclama antifederal, con pedidos de renuncia y amenazas de intervención” que realizó el presidente Javier Milei “es contra todos los gobernadores y provincias”.
“Espero que – más allá del signo político – todos los gobernadores se den cuenta”, concluyó. Otro santafesino, el diputado Eduardo Toniolli, fue más severo: “luego de desfinanciarlas brutalmente pretende intervenir a las provincias que no se le someten”, advirtió el legislador, que describió al presidente en duros términos.
La intervención federal es un mecanismo previsto en el artículo 6º de la Constitución nacional, que permite al Poder Ejecutivo tomar el control de una provincia en situaciones excepcionales. Solo existen tres causas contempladas para decidir una intervención sobre la autonomía local: 1) “garantir la forma republicana de gobierno”, 2) ″repeler invasiones exteriores”, 3) el pedido de sus “autoridades constituidas para sostenerlas o reestablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia”.
El procedimiento para decretar una intervención es una atribución del Congreso Nacional, desde la reforma constitucional de 1994. Ahora bien, según indica la propia normativa, el Presidente de la Nación puede decretarla de manera excepcional si el Congreso está en receso, pero siempre el Poder Legislativo debe posteriormente aprobarla.