Lionel Messi no gambeteó la zona mixta después de la derrota con Arabia. El capitán del seleccionado nacional sostuvo: “Dependemos de nosotros. Era el primer partido, estábamos muy ilusionados, pero bueno, ya está, hay que volver a las bases, a lo que somos”.
El astro argentino, autor del gol de penal que abrió el marcador en la primera etapa, concretó su participación en cinco Mundiales y así alcanzó el récord histórico que ahora comparte con los mexicanos Antonio Carbajal y Rafael Márquez, el alemán Lothar Matthaus y el italiano Gianluigi Buffon.
Pero claro, la derrota borró todos los atisbos de satisfacción.
De todos modos, de cara al duelo del sábado desde las 16 con México por la segunda fecha del Grupo C, Messi indicó: “Estamos bien; dolidos, con una amargura muy grande, pero bien”. Y cuando se le preguntó por su tobillo derecho hinchado, minimizó la situación: “Estoy bien”, dijo con calma, esperando que el sábado, contra el seleccionado azteca que conduce Gerardo Martino, empiece a cambiar la mano.
“Este grupo se destaca por la unión y la fuerza grupal -agergó-, es momento de eso, de demostrar que somos fuertes de verdad. Hace tiempo que no se pasa por una situación de esta manera y de estar obligados. Hay que pensar en lo que viene y prepararnos bien”.
Remarcó el jugador del PSG: “Que la gente confíe, es un golpe muy duro para todos, para la gente y nosotros. No lo esperábamos. Que confíe que este grupo no los va a dejar tirados, ya hemos jugado partidos de esta característica y los sacamos adelante”.
Por último, sin vueltas confesó: “Estamos muertos. Es un golpe muy duro porque no esperábamos arrancar de esta manera. Confiábamos en ganar y empezar con los tres puntos que te dan tranquilidad. Pero tenemos que volver a nuestro juego para ganarle a México”.