Brasil está parado frente a una de las elecciones más importantes de su historia.
El balotaje de este domingo entre el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva es una pulseada entre dos modelos de país.
Más allá del triunfo de uno u otro, resulta clave saber cómo será el día después de las elecciones de cara a la gobernabilidad en el futuro inmediato del gigante sudamericano.
En un nuevo duelo de acusaciones los candidatos se cruzaron en un último debate, organizado por la cadena O Globo.
“Mentiroso”, “delincuente”, “ladrón”, “insano”, “abortista” fueron algunos de los adjetivos que se lanzaron con vehemencia en busca de los últimos votos para continuar (en el caso de Bolsonaro) o regresar (Lula) al Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo.
En medio de la tensión, los nervios traicionaron a Bolsonaro y cometió un error cuando le pidió a Dios “un nuevo mandato de diputado federal”.
“Estamos hablando de un mentiroso que ha contado 6.489 mentiras en su gobierno, es un provocador que no tiene nada de real”, dijo Lula.
“Les pido el voto para restablecer la democracia en este país”, subrayó el expresidente.
“Abortista”
Lula le recordó a su adversario un discurso en el Congreso en el cual defendía Citotec, una píldora abortiva. “Eso fue hace 30 años, Luiz Inácio”, respondió Bolsonaro.
“Vos sos abortista, tus ministras de la mujer lo eran, el PT es abortista”, gritó Bolsonaro. Lula dijo que está en contra del aborto y que su esposa Janja también.
La agenda armamentista
En el tercer bloque del debate presidencial saltó a escena la agenda armamentista. Fue cuando Lula acusó al gobierno de Bolsonaro de beneficiar el crimen organizado con decretos que facilitan la compra de armas por parte de la población.
“En mi gobierno distribuiremos libros, cultura, facilitando el acceso a las cosas que eduquen, no que maten”, dijo el líder del Partido de los Trabajadores.
“El crimen organizado no puede, en nombre de facilitar armas, adquirir arsenales”, completó el concepto Lula.
Presupuesto
Bolsonaro se negó a responder por qué congeló en sus cuatro años de Gobierno el salario mínimo, y dijo que lo aumentará el año que viene, contrariando al presupuesto 2023 enviado al Congreso.
Tal como lo permite la campaña electoral, en la víspera de las elecciones continúan las actividades de los candidatos.
Mientras Lula hará este sábado una caminata con Fernando Haddad (candidato a gobernador de San Pablo) por el centro paulista, Bolsonaro se mostrará en Minas Gerais, cuyo gobernador Romeu Zema, del libertario Partido Novo, apenas fue reelecto el domingo 2 de octubre expresó todo su apoyo al mandatario de extrema derecha.