Los números de la Economía argentina irradian más preocupaciones que otra cosa de cara al inicio del gobierno de Javier Milei.
De acuerdo a los últimos datos oficiales brindados por el Indec, el Índice de Precios al consumidor arrojó un acumulado del 120,2% en lo que va del año y 146,4% de manera interanual.
La pobreza en torno al 40 por ciento y los altos niveles de informalidad laboral le dan forma también a un escenario de incertidumbre.
“Vamos a bajar el gasto público para mantener el equilibrio fiscal”, viene sosteniendo en este sentido el Presidente electo. Y respecto de esta cuestión, su aliado Mauricio Macri se explayó sin eufemismos: dijo que Milei “tiene seis meses durísimos en los que tiene que estabilizar la Argentina”.
Y agregó el expresidente de la Nación: “Tiene que hacer un shock fiscal con una baja bestial del gasto y arreglar este globo monumental de las leliq”.
Pero la Economía en general y la inflación en particular no son los únicos ejes para tratar con celeridad por parte de la gestión que sucederá al gobierno de Alberto Fernández.
La inseguridad, la relación con el mundo, las pulseadas con las organizaciones gremiales, así como con la oposición dentro del Congreso, en ambas cámaras, son desafíos del mismo tamaño que los económicos.
Sandra Pettovello, unas de las primeras ministras confirmadas por Milei, estará a cargo de la nueva cartera de Capital Humano, que incluirá Educación, Salud, Desarrollo Social y Trabajo, cuatro ministerios que pasan a ser secretarías.
De todos modos está claro que ese cambio en el organigrama del Estado no diluye sus trascendencias. Se trata de cuatro puntos esenciales en la base de la pirámide social.