Derechos Humanos

Los actos a 80 años de la liberación de Auschwitz, en la Argentina y en el mundo

Javier Milei será parte de los actos oficiales que conmemoran la liberación del campo de exterminio de Auschwitz​, el 27 de enero de 1945. En la fecha, establecida como el Día Internacional en Memoria del Holocausto, se esperan homenajes y recordatorios en todo el mundo. En nuestro país, hay cerca de 200 sobrevivientes del peor genocidio del siglo XX.

El mundo conmemora hoy el Día Internacional en Memoria del Holocausto, en la fecha en que hace exactamente 80 años el Ejército Rojo liberó a los prisioneros de este campo, que se convirtió en un símbolo del horror desatado en Europa por el régimen nazi.

Se calcula que 1,3 millones de personas fueron enviadas a Auschwitz entre 1940 y 1945, y al menos 1,1 millones fueron asesinadas allí según los datos del Museo Estadounidense Conmemorativo del Holocausto.

El campo fue el emblema del mayor genocidio del siglo XX, conocido como Holocausto o Shoá. En nuestro país, aún viven unos 200 sobrevivientes del genocidio.

En el lugar de los hechos, que hace décadas funciona como memorial, se desarrollan varios actos conmemorativos. Esta mañana, el presidente polaco Andrzej Duda depositó flores en el lugar junto a los sobrevivientes, algunos de ellos con pañuelos con las rayas azules y blancas de sus uniformes del campo de exterminio.

Se espera que unos 50 supervivientes acudan a la conmemoración principal fuera de las puertas de Auschwitz II-Birkenau junto a docenas de líderes, entre ellos el rey Carlos III de Reino Unido y el presidente francés Emmanuel Macron.

El canciller alemán Olaf Scholz expresó este lunes su solidaridad con las víctimas. “Hijos, madres, padres, amigos, vecinos, abuelos: más de un millón de individuos con sueños y esperanzas fueron asesinados en Auschwitz por alemanes”, escribió en la red social X.

“Lamentamos sus muertes y expresamos nuestro más sentido pésame. Nunca los olvidaremos. Ni hoy ni mañana “, agregó el jefe del gobierno alemán.

Por su parte, Macron visitó este lunes el Memorial del Holocausto en París y pidió que no se olvide a las víctimas, “No olvidemos nunca a los millones de víctimas del Holocausto. Luchemos incansablemente contra el antisemitismo y el odio en nombre de todos los que murieron. Seamos la memoria de su memoria”, expresó en X.

En Buenos Aires, el presidente Javier Milei estará el lunes en el Museo del Holocausto para una nueva conmemoración. Milei ya había asistido el año pasado a la ceremonia, y allí aseguró que Argentina “no silencia frente al terror de Hamas” y exigió “la liberación inmediata de todos los civiles secuestrados, incluidos nuestros 11 compatriotas”. Un año después, esa liberación de rehenes comenzó a concretarse con el acuerdo entre el grupo terrorista e Israel.

Auschwitz, la escala industrial del horror

Este campo fue establecido por los nazis en las afueras de Oświęcim, una localidad polaca, con cerca de 10.000 habitantes, que el ejército alemán ocupó en 1939, anexionó y rebautizó como Auschwitz. A partir de 1941, se convertiría en Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de exterminio del nazismo.

Allí colocaron a prisioneros políticos polacos, prisioneros de guerra soviéticos y más tarde, empezaron a traer a judíos de varios países europeos, así como a personas de otros pueblos que se resistían al nazismo.

En los campos de concentración nazis también fueron sometidos otros grupos discriminados y cuya existencia se pretendió eliminar: gitanos, homosexuales, personas con discapacidad y otros grupos víctimas del intento de la llamada “limpieza social”.

Auschwitz comenzaba, en el fondo, en muchos andenes de Alemania y Europa. El campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau tenía su propia línea férrea. Al bajarse de los trenes, los prisioneros eran llevados a la así llamada “rampa”, desde donde muchos pasaban directamente a las cámaras de gas. Otros eran internados primero en el campo de concentración, donde eran forzados a trabajar.

En varias ciudades de Alemania, como Colonia, Stuttgart y Hamburgo, hay lugares que recuerdan las deportaciones hacia la muerte. Muy conocido es el memorial del “Andén 17”, en la estación del barrio berlinés de Grunewald. Lo visitan siempre políticos y delegaciones de Israel. De esa estación salieron unos 35 trenes, con 17.000 judíos, rumbo hacia Auschwitz-Birkenau.

Los nazis llamaron al lugar “campo de trabajo” porque suponían que los prisioneros morirían a causa de las insoportables condiciones de trabajo, desempeñando tareas para algunos de los conglomerados económicos más poderosos de Alemania. El Tercer Reich utilizó cámaras de gas para matar a los habitantes del campo, donde los prisioneros eran colocados en masa y sus cuerpos eran posteriormente quemados en hornos.

A casi las tres de la tarde del 27 de enero de 1945 cuando, avanzada de la 332º división de infantería del Ejército Rojo se topaba ante el portón donde, en lo alto, se podía leer Arbeit Macht Frei (el trabajo os hará libres).

Ante los soldados soviéticos se abría el mayor campo de exterminio construido por los nazis en Polonia: Auschwitz.

Christoph Heubner, vicepresidente del Comité Internacional de Auschwitz, contó un rasgo común en los relatos de los soldados que liberaron el sitio del horror: “Fue un momento de absoluta parálisis. Los libertadores, jóvenes soldados de la Unión Soviética, estaban ante los portones de Auschwitz y no daban crédito a sus ojos. Ya habían visto muchas cosas, pero no lo que vieron allí: muertos caminando. Solo al ver sus rostros y sus ojos, comprendían: esos esqueletos están vivos”.