Las pericias de Liam Payne, quien murió el 16 de octubre al caer del tercer piso del hotel Casa Sur de Palermo, comprobaron que el cantante había fumado crack antes de morir.
El día de su muerte se habían difundido imágenes de su habitación que mostraban velas, encendedores, aluminio, entre otros elementos.
Con forma de roca, el crack puede producirse mezclando cocaína, agua y bicarbonato.
Al ser calentada atraviesa una reacción química y se separa del resto de la mezcla para ser fumado con un sorbete.
Este dato del análisis toxicológico del Cuerpo Médico Forense aporta a la hipótesis del fiscal Andrés Madrea sobre el intento de quitarse la vida del ex One Direction inducido por un problema de salud mental y consumo problemático de alcohol y estupefacientes.
“Se presume que Payne no adoptó una postura refleja para protegerse y que pudo haberse precipitado en un estado de semi o total inconsciencia” dice en un comunicado de la Fiscalía.
El examen de orina y contenido gástrico y nasal además de encontrar anhidroecgonina metil éster, metabolito de la cocaína que se produce en el cuerpo humano cuando la sustancia se fuma (crack), también se probó la presencia del metabolito cocaetileno, que se produce cuando se combina cocaína con alcohol, y sertralina, un antidepresivo.