Baudracco había nacido en Venado Tuerto en octubre de 1970 y catorce años después llegaba a Buenos Aires. En 1993, junto a activistas como María Belén Correa, fundó la Asociación de Travestis de Argentina (ATA), la organización de la que fue coordinadora y que, años después, cambió su nombre a ATTTA para dar cuenta de la amplitud del movimiento trans al sumar a Transexuales y Transgéneros. En 2005, Baudracco estuvo presente, también, en la conformación de la Federación Argentina LGBT (donde fungía como secretaria de Mujeres Trans). Desde allí, acompañó la campaña que derivó en la ley de matrimonio igualitario.
Como activista y organizadora, una de las mayores luchas de Baudracco estaba relacionada con terminar con los códigos contravencionales que, establecidos en todo el país, criminalizaba la identidad de las personas travestis y transexuales. Sentadas en las comisarías para protestar por las reiteradas detenciones, cabildeo y militancia y hasta una sonada concentración en septiembre de 1995,cuando las travestis marcharon a la Casa Rosada para entregar el primer petitorio al poder ejecutivo en 1995, solicitando una entrevista con el presidente y una solución a los arrestos cotidianos, fueron algunas de las acciones que finalmente determinaron el fin de las contravenciones.
La activista había terminado la escuela secundaria en un instituto del Servicio Penitenciario, luego de ser detenida por una causa en la que, años después, quedó demostrada su inocencia. Pero la experiencia la empujó a trabajar con el Estado por las personas trans privadas de su libertad, gestiones que derivaron en la firma de una resolución de respeto a la identidad de género en las cárceles, emitida por el Ministerio de Seguridad de la Nación en 2011. Para entonces, ya se había convertido en una de las principales referentas de la lucha por la igualdad de la comunidad trans en nuestro país.
Portadora de VIH ella misma, Baudracco también militaba por el derecho de las personas trans a la salud integral.
Murió el 18 marzo del 2012, a sus 41 años, unos meses antes de la sanción de la Ley de Identidad de Género n° 26.743, por la que tanto había luchado. Su histórico discurso en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados la consagró como emblema de la lucha por la identidad y la inclusión. En su memoria se instauró el 18 de marzo como el día de la “Promoción de los derechos de las personas trans”.
Baudracco no pudo llegar a ver el cambio social y político logrado en los últimos años, pero su experiencia de lucha dejó huellas en las nuevas generaciones, en cada derecho conquistado y en cada vez que su nombre se grita como emblema de la resistencia y la memoria trans.