Los fenómenos eléctricos en la naturaleza son conocidos desde la antigüedad. Alrededor del 600 a.C., Tales de Mileto comprobó las propiedades eléctricas del ámbar, el cual al ser frotado con una pieza de lana era capaz de atraer a pequeños objetos. Más tarde se comprobó que otros materiales, como la piedra imán, el vidrio, la resina, el diamante y el cuarzo, tenían fuerza de atracción semejante a la del ámbar. Sin embargo tuvieron que transcurrir muchos siglos para que se buscara una explicación racional de aquellos fenómenos. El estudio científico de la electricidad se inició recién en el siglo XVII y a él se abocaron numerosos científicos como Coulomb, Ampere, Franklin, Volta, Galvani, Tesla y Edison. A finales del siglo XIX, los ingenieros lograron aprovecharla para uso doméstico e industrial. La rápida expansión de la tecnología eléctrica la convirtió en una clave de la sociedad industrial moderna.
Para conversar al respecto, nos visitan la Dra. en Ciencias Exactas Paula Bergero y al Dr. en Física Fernando Minotti.