Estados Unidos prometió más soldados, aviones y buques de guerra para Europa, en un momento en que la OTAN acordó el mayor refuerzo de sus medidas disuasorias desde la Guerra Fría en respuesta a la invasión rusa a Ucrania, mientras se formalizaba la entrada de Suecia y Finlandia al bloque, acercándose cada vez más a las fronteras de Rusia.
En el inicio de la cumbre en Madrid, los 30 aliados de la Alianza aprobaron su nueva estrategia para la próxima década y en ella acordaron señalar a Rusia como la “más significativa y directa amenaza” para la seguridad de los aliados, y a China como un “desafío”, según un comunicado de la cumbre
En la última reunión de la OTAN en España, Turquía retiró el veto al ingreso de Suecia y Finlandia a la alianza militar. El presidente Erdogan firmó junto a la primera ministra de Suecia, Andersson, y el presidente de Finlandia, Niinisto, un acuerdo a tres bandas en la reunión de Madrid.
El acuerdo no significa la adhesión inmediata pero permite iniciar el proceso que estaba interrumpido por la oposición de Turquía. La adhesión de nuevos países requiere el acuerdo de todos los países miembros de la OTAN.
Así, se configura una nueva expansión de la alianza atlántica,
Según Turquía, tanto Suecia como Finlandia habrían aceptado las exigencias de Ankara, que incluirían la extradición de militantes kurdos considerados terroristas por el gobierno turco. Los dos países nórdicos aceptaron cooperar plenamente con Turquía en la lucha contra el PKK.
Finlandia comparte 1300 km. de frontera con Rusia. El director de la alianza militar dijo que “Putin quería menos presencia de la OTAN: ahora tiene más y en sus fronteras”.
Sin dudas, la invasión rusa de Ucrania le dio impulso a la expansión de la alianza militar liderada por Estados Unidos junto a sus aliados europeos.
Ahora, Rusia prepara su respuesta.
La respuesta de Putin
El presidente ruso, Vladímir Putin, alertó este miércoles que si la infraestructura militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se expande por los territorios de Finlandia y Suecia, la nación eslava respondería de forma recíproca.
Asimismo, destacó que Moscú no tiene reparos en que Estocolmo y Helsinki pudiesen formar parte de la Alianza Atlántica.
“No tenemos con Suecia y Finlandia aquellos problemas que lamentablemente sí tenemos con Ucrania. No tenemos cuestiones ni disputas territoriales, no tenemos nada que nos pueda preocupar desde el punto de vista de la membresía de Finlandia y Suecia en la OTAN”, indicó.
“Si quieren [unirse a la OTAN], adelante, pero ahora deben entender de forma clara y precisa […], que en el caso de despliegue ahí de contingentes militares e infraestructura, nos veremos obligados a responder de manera recíproca y crear las mismas amenazas para aquellos territorios desde donde se crean las amenazas para nosotros. Son cosas obvias”, sostuvo el mandatario en una rueda de prensa que tuvo lugar en el marco de su visita a Turkmenistán.
De igual forma, el mandatario apuntó que hay diferencias entre la adhesión al bloque político militar si lo hiciera Ucrania o si lo hicieran los dos países nórdicos, en tanto el caso de ucrania fue utilizado por Occidente como cabeza de puente para empeorar la posición rusa.
“Comenzaron a convertir a Ucrania en una ‘anti-Rusia’, una cabeza de puente para tratar de sacudir de alguna manera a la propia Rusia, comenzaron a luchar contra la cultura rusa, el idioma ruso, comenzaron a perseguir a las personas que se sentían parte del mundo ruso”, argumentó.
“No hay nada semejante ni en Finlandia ni en Suecia, es una situación muy diferente”, reiteró el mandatario, quien denominó a la Alianza como solo una herramienta política de Estados Unidos. A su vez, aseveró que Occidente persigue sus propios intereses al incitar a Kiev a continuar el conflicto.