Desde su aparición a mitad de la década pasada con el fin de ayudar en las decisiones arbitrales, el VAR trajo polémica en el fútbol.
A partir de las críticas a la herramienta tecnológica, la FIFA buscará implementar el Football Video Support, una variante más simplificada del VAR con un enfoque más accesible y que incluye la intervención directa de los entrenadores en las revisiones.
Con este método, los directores técnicos podrán solicitar dos revisiones por encuentro, aunque perderán una oportunidad si la reclamación no es exitosa.
En este caso, el árbitro estará obligado a revisar la jugada y no tendrá la iniciativa de acudir a las imágenes por motus propio.
A diferencia del VAR, el FVS solo requiere entre cuatro y cinco cámaras y elimina la figura del videoárbitro.
La FIFA espera contar con la aprobación de la International Football Association Board (IFAB) en los próximos meses para comenzar a usar la herramienta en otros torneos, llegando a ser internacionalizada en el 2025.