Medio Ambiente

La contaminación en los océanos y el impacto en los sectores populares

La pesca ilegal, la sobrepesca, la minería submarina y la contaminación afectan el ecosistema marino. Las poblaciones que viven en las costas ven modificadas sus dinámicas de vida por estas transformaciones.

La contaminación en los océanos y el impacto en los sectores populares

Nicolás Marín Benítez es fotógrafo marino y activista ambiental. En diálogo con Télam declaró: “Las problemáticas ambientales están estrechamente vinculadas a las problemáticas de los sectores populares y, de hecho, las comunidades son las primeros en sufrir las consecuencias”.

Desde el 2021, Nicolás trabaja para National Geographic, es uno de los 25 exploradores oficiales del mundo que generan material para el prestigioso sitio de noticias.

“En estos últimos años pude ir a documentar la pesca ilegal en la costa africana. Entre 2016 y 2020 se encontraron más de 20 mil cuerpos de personas tratando de ir a Europa desde Senegal. Y esto no es porque la gente quiere vivir en Europa porque sí, sino porque no hay peces en el mar senegalés, que era el principal medio de vida de las comunidades costeras desde los 80, después de una gran sequía. Y hoy no tienen un solo pez”.

“Entonces -dice- cuando uno habla de pesca ilegal o sobrepesca, no está hablando sólo de la ruptura del ecosistema marino, sino de comunidades enteras afectadas. Si no vinculamos los temas ambientales a las problemáticas sociales es un discurso completamente vacío, porque las sociedades, todos nosotros, vivimos en un ambiente en el que generamos problemas y luego los sufrimos”.

Conferencia mundial “Our Ocean”

La conferencia mundial que se realizó en Panamá el 2 y 3 de marzo reunió a líderes del mundo para abordar cómo proteger los ecosistemas marinos.

Sin embargo, en el encuentro no se alcanzaron acuerdos que comprometan a las naciones a llevar adelante acciones que preserven a los océanos de las transformaciones que implica la acción humana.

Nicolás Benítez participó de la reunión internacional. Como conclusión sostuvo que “las problemáticas de los océanos son muchas: contaminación por plástico, por hidrocarburos, sobrepesca, pesca ilegal, la necesidad de expansión de las áreas marinas protegidas, y, lo más urgente actualmente es frenar la minería submarina porque es una actividad de la que no conocemos las consecuencias. Ni los científicos pueden dar respuestas sobre qué pasaría, entonces es probable que se generen daños irreversibles”.

Minería marina

Nicolás señaló que de Latinoamérica, Argentina, México y Brasil no se han expresado en contra de la actividad lo que para él constituye un problema: “Lo que pretende hacerse a nivel mundial es una exploración en busca de oro y litio y para hacer un mapeo de donde se encuentran estos metales. Casi no conocemos el fondo del océano, pero ya se está pensando cómo explotarlo”, expresó con preocupación.

Las especies que viven en el fondo marino se reproducen a una velocidad muy lenta y viven muchos años. Por lo tanto, el impacto de la acción de grandes máquinas podría destruir ecosistemas enteros que aún no se han podido estudiar y que representan algunas de las especies más antiguas del planeta.

Además, el ruido y el cambio en la iluminación del fondo marino puede generar daños irreversibles.

También podría traer graves consecuencias para el cambio climático. El océano es un “almacén de carbono”. Las máquinas pueden liberar el carbono almacenado en los sedimentos de las profundidades marinas.

Especialistas advierten que solo se conoce el 0,0001%  del fondo marino. Por lo tanto, estamos ante el riesgo de destruir ecosistemas que aún no conocemos cómo funcionan ni cómo se regeneran.

Activistas ambientales plantean la importancia de que se llegue a un acuerdo internacional que prohíba la minería marina. Al momento no existe la voluntad política suficiente.

Plásticos 

La presencia de plásticos en el mar es una fuente de contaminación muy importante y severa que afecta la calidad del agua y la vida marina.

En Trinidad, Brasil, investigadores realizaron un hallazgo estremecedor. La isla, ubicada a 1.140 kilómetros del sudoriental estado de Espirito Santo, presenta rocas con fuerte presencia de plásticos.

“Identificamos que (la contaminación) procede principalmente de las redes de pesca, que son residuos muy comunes en las playas de la isla Trinidad”, dijo Santos. “Las redes son arrastradas por las corrientes marinas y se acumulan en la playa. Cuando sube la temperatura, este plástico se funde y se incrusta con el material natural de la playa”.

Los investigadores señalan que esto es una prueba de la creciente influencia del ser humano en los ciclos geológicos de la Tierra.