A través de la Resolución 1092/2024 publicada en el Boletín Oficial esta noche, el Gobierno oficializó que da de baja la jubilación y pensión que recibe Cristina Fernández de Kirchner.
El texto de la norma indicó que las asignaciones “devienen jurídicamente incompatibles para quien haya cometido un delito en ejercicio de la misma función pública”. Se trata de la suma de 21.827.624 pesos.
La resolución recuerda que el pasado miércoles la Cámara Federal de Casación Penal confirmara la condena a la ex presidenta “a la pena de seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos accesorias legales y las costas del proceso, por considerarla autora penalmente responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”.
Por eso, se plantea en el documento que la decisión de eliminarle la jubilación de privilegio y la pensión responde a la incompatibilidad con dicha causa, ya que “la finalidad de las asignaciones oportunamente otorgadas a favor de la titular, ya sean directas o derivadas, devienen jurídicamente incompatibles para quien haya cometido un delito en ejercicio de la misma función pública por la cual ha accedido a dicha asignación de privilegio y en perjuicio del Estado Nacional”.
Presidentes y viudas
La jubilación de presidentes y vicepresidentes se rige por la Ley 24.018 -aprobada en noviembre de 1991-, que alcanza también a los jueces y fiscales. En octubre de 2002 el Congreso derogó la ley, pero el entonces presidente Eduardo Duhalde vetó la iniciativa y sólo dejó en pie la eliminación de las jubilaciones de privilegio para diputados y senadores nacionales.
Según este régimen, los presidentes cobran el equivalente al sueldo de un juez de la Corte Suprema de Justicia, mientras que a los vicepresidentes les corresponde el 75% de ese monto. En tanto, las viudas e hijos menores o discapacitados cobran una pensión equivalente al 75% del haber original.
También cobran una jubilación de privilegio los ex presidentes Alberto Fernández (Frente de Todos) con $ 10,8 millones ($ 6,7 millones de bolsillo); Mauricio Macri (Cambiemos), con $ 10,3 millones ($ 5 millones de bolsillo); Alberto Rodríguez Saá (Partido Justicialista), con $ 9,9 millones ($ 4,9 millones netos) y María Estela Martínez de Perón (Partido Justicialista), con $ 5,3 millones.
Los ex vicepresidentes también son beneficiados con un haber de privilegio: Gabriela Michetti (Cambiemos) percibía en mayo $ 7,5 millones; Julio Cobos (Frente para la Victoria), $ 7,4 millones; Amado Boudou (FpV), $ 6,3 millones y Daniel Scioli (FpV), $ 5,1 millones.
También cobran una pensión las viudas de Carlos Menem (PJ), Zulema Yoma ($ 8,5 millones); de Fernando de la Rúa (Alianza), Inés Pertiné ($ 7,2 millones); de Marcelo Levingston (presidente de facto), Bety Andrés ($ 6,7 millones); y la hija de José María Guido (UCR), Amalia Guido ($ 5,2 millones).
En total, las jubilaciones de privilegio de presidentes y vicepresidentes significaron en mayo una erogación de $ 112,3 millones brutos.
Otros privilegiados
El clero figura entre los beneficiados por un regimen especial a la hora de cobrar su jubilación.
Desde 1977, durante la última dictadura, un decreto de Jorge Rafael Videla determinó que los Arzobispos y Obispos y el Vicario Castrense perciban, sea por edad avanzada o por invalidez, una jubilación que equivale al 70% de lo que cobra un Juez Nacional de Primera Instancia, mientras que los Obispos Auxiliares, incluidos los de las Fuerzas Armadas, y el Pro-Vicario Castrense tienen una jubilación que equivale al 60% de la remuneración fijada para el mismo cargo (un Juez Nacional de Primera Instancia).
También beneficiario de un regimen de privilegio es el personal jerárquico del Servicio Exterior de la Nación, que puede jubilarse con el 85% móvil del mejor haber recibido, cuando el resto de los trabajadores registrados perciben alrededor el 60% o menos de su último salario.
La mirada del Presidente
La Cámara de Diputados de la Nación debatió y rechazó en mayo último la eliminación del régimen de jubilaciones de privilegio para los presidentes y vicepresidentes de la Nación, medida que estaba contemplada en el proyecto de modificación del actual sistema de movilidad jubilatoria, que fue impulsado por la oposición, aprobado por el Congreso y vetado por Javier Milei.
Tras la votación, desde la Oficina del Presidente cuestionaron la decisión al sostener, a través de un mensaje en X, que los legisladores “optaron por perpetuar los privilegios de algunos”.
Por su parte, Milei presentó ante la ANSES su renuncia a la jubilación de privilegio, que ya fue aceptada, según comunicó en su momento el vocero presidencial Manuel Adorni.