La transmisión del partido Argentina – Sudáfrica, por el Mundial de Fútbol Femenino, se convirtió en el programa más visto de la televisión nacional, con picos de 12,3 puntos de rating; medición de IBOPE que corresponde sólo al AMBA. Si se incorporaran datos de las provincias, donde la Televisión Pública se ve por aire de manera gratuita, por la TDA y por todos los sistemas de TV paga; y donde sostiene una alianza con los canales públicos provinciales que retransmiten su señal en los grandes eventos deportivos, esa medición mostraría niveles de audiencia aún más sorprendentes.
Esta performance televisiva revela el impresionante crecimiento del fútbol femenino, que poco a poco va derribando los prejuicios y la indiferencia de quienes no comprenden la magnitud del fenómeno y siguen resistiendo la consolidación de la igualdad dentro del deporte.
Hace dos años los medios públicos nacionales decidieron apostar al crecimiento del fútbol femenino, transmitiendo todos los partidos de la Liga Profesional a través de la Televisión Pública, DeporTV, Radio Nacional y todos sus medios digitales. De esta manera se le dio visibilidad a las jugadoras e impulso a la incipiente profesionalización de la actividad. Otra empresa pública, YPF, se convirtió en el sponsor del torneo, aportando recursos para hacer sostenible ese proceso de crecimiento.
Los medios públicos tenemos la misión de llevar gratis a todos los rincones del país las competencias de los seleccionados nacionales. Pero también asumimos un compromiso con la igualdad de género. Por eso no podemos más que celebrar este logro del fútbol femenino que nos acerca más al ideal de una sociedad equitativa y mejora la calidad democrática.
Lamentamos que la empresa licenciataria de los derechos de FIFA haya impedido que DeporTV retransmita los partidos de la Selección Argentina en el Mundial, evitando así que el canal de deportes del Estado Nacional cumpla su objetivo de difusión y promoción de las disciplinas menos favorecidas por el negocio.
Vamos a seguir apoyando al fútbol femenino en este camino de crecimiento que no tiene techo.