Percowicz, detenido desde el 12 de agosto, deberá permanecer en su departamento mientras continúa la investigación en su contra por los delitos de trata de personas y lavado de dinero.

No podrá salir de su domicilio ni reunirse con miembros de la llamada “secta” de Villa Crespo.

Percowicz se hacía llamar “El Maestro” o “El Ángel”. En los últimos 30 años dirigía la Escuela de Yoga Buenos Aires, desde donde se logró crear una red de trata de personas y lavado de dinero, según la imputación del juez Lijo y los fiscales Carlos Stornelli y Alejandra Mangano.

Marcelo Guerra Percowicz, hijo adoptivo de Juan, era el heredero aparente, el segundo en la línea de mando y hoy está prófugo de la Justicia.

En las oficinas de Villa Crespo, donde funcionaba la organización, la policía logró secuestrar material pornográfico y comprobó el funcionamiento de una clínica irregular, llamada CMI Abasto, donde vendían presuntos tratamientos contra la adicción a las drogas, además de medicina integral.

En redes sociales, Pablo Salum, el principal denunciante en la causa que terminó con el desbaratamiento de esta secta, criticó la prisión domiciliaria. Indicó que recibió amenazas y dijo que teme por lo que le pueda pasar.

Hace pocos días recibí serias amenazas y extorsiones, a pesar de todo esto la justicia le concede prisión domiciliaria a un personaje siniestro super peligroso, líder de una organización coercitiva con mucho dinero, poder e incluso armas. GENIOS DIVINOS. gracias por cuidarme https://t.co/pgpCNprLCN

— Pablo G. Salum (@LEYANTISECTAS) August 30, 2022