El fútbol español se ve sacudido por un nuevo escándalo tras la detención de Kike Salas, defensor del Sevilla FC, acusado de participar en una red de apuestas ilegales. Según el diario El Confidencial, un juzgado de Morón de la Frontera investiga al jugador, de 22 años, por presuntamente forzar amonestaciones en partidos de La Liga para beneficiar económicamente a su entorno mediante apuestas.
La causa también involucra a dos personas cercanas a Salas, mientras la Policía Nacional analiza partidos de la recta final de la temporada 2023-24. Durante ese período, el defensor acumuló siete tarjetas amarillas en nueve jornadas, una cifra que despertó sospechas y llevó a casas de apuestas a denunciar movimientos inusuales.
Este martes, el jugador fue retirado del entrenamiento por las autoridades y trasladado a una comisaría para declarar. Aunque quedó en libertad, sigue bajo investigación.
De confirmarse su participación, Salas podría enfrentar una pena de entre seis meses y tres años de prisión por estafa. En el plano deportivo, el Sevilla FC, que renovó su contrato hasta 2029, aún no ha tomado medidas disciplinarias y subrayó la importancia de la presunción de inocencia.
El caso pone en jaque la integridad del fútbol español y reabre el debate sobre el impacto de las apuestas en el deporte.