
Un equipo internacional de investigadores señaló que la expansión del dengue, la enfermedad febril que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti y que puede causar dificultad para respirar, sangrado grave y complicaciones de los órganos, se acelerará en los próximos años. El clima y la mayor movilidad son dos factores, concluyeron.
La investigación, publicada en la revista Nature Communications y en la que colaboraron científicos de Canadá, Reino Unido, Australia, Estados Unidos, Brasil y México, predice que para 2039, dos de los países más importantes de la región registrarán casos en la mayor parte de sus territorios: el 97% de las localidades de Brasil estarán afectadas por dengue, mientras que en México la cifra será del 81%.
El análisis prevé que en México la expansión del dengue será fundamentalmente en el interior del país, en las zonas de mayor altitud de la meseta central.
Los investigadores utilizaron por primera vez la tecnología de aprendizaje automático (conocida por inteligencia artificial) para entender cómo la conexión entre áreas y las condiciones ambientales interactúan en las diferentes etapas de la infección.
“Mucha gente ha investigado factores ambientales como la temperatura, humedad, lluvia, para establecer la relación entre esas características y los mosquitos”, declaró Harish.
Los datos que el equipo utilizó proceden de más de 8.000 municipalidades de Brasil y México durante los pasados 25 años junto con información climática, registros de la aparición de epidemias y la historia de la evolución genética.
En 1996 sólo 16 municipalidades en México (el 0,65 % del total del país) estaban afectadas por la infección de dengue. Pero entre 2000 y 2010, la infección se expandió a 965 municipios y para finales de 2019 la cifra llegaba a 1.350, un 55 % del total.
En Brasil, el crecimiento fue similar. En 2001, el dengue estaba solo presente en dos estados y 549 municipalidades (9,96 %). Para 2019, la cifra había explotado a 4.299 municipalidades, el 76,8 %.
La situación ya es alarmante, según expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que se reunieron a finales de mayo en Washington, porque en lo que va del año, en todo el continente ya hubo tres veces más de casos documentados que los registrados en el mismo período de 2023.
Rumbo a Estados Unidos
De acuerdo al estudio, la zona donde se emplaza Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, será invadida por Aedes aegypti entre 2027 y 2030. La cercanía de la epidemia y la alta movilidad poblacional, mayormente la migración, ponen al país del norte en riesgo de aumentar los casos de la enfermedad.
Hasta ahora, la mayoría de los casos de dengue reportados en los 49 estados continentales de EE. UU. ocurren en viajeros infectados en otros lugares.
La mayor parte de la transmisión local del dengue en los Estados Unidos ocurre en áreas donde el dengue es común, como los territorios estadounidenses y los estados libremente asociados, como Puerto Rico.
Por eso, hoy por hoy, el riesgo de transmisión generalizada en los Estados Unidos continentales es bajo, aunque se conocieron algunos casos de propagación local limitada del dengue en Florida, Hawaii, Texas, Arizona y California.
En la próxima década, y con más expansión de los contagios en los países fronterizos, eso podría cambiar.
En nuestro país
Excepto en la Patagonia, el dengue se está volviendo endémico en el resto de Argentina, dijeron especialistas en la materia. En esa zona del país, solo hubo casos importados de dengue hasta el momento.
Este año, los casos de dengue confirmados aumentaron exponencialmente en Argentina, pasando de menos de 1.000 a 48.000 si se comparan el período julio 2022 a febrero 2023 con igual lapso de 2023-2024, frente a lo cual especialistas advirtieron que «se está volviendo una enfermedad endémica en todo el país«, ya que la Patagonia es la única región libre de esta afección y remarcaron que el año pasado «fue la primera vez que se notificó en el período invernal», además de su intensificación en la época estival propia para la existencia del mosquito Aedes aegypti.
La enfermedad ya era endémica en el noroeste y noreste del país pero, según explicó la infectóloga Leda Guzzi, ya se expandió a la región central y de Cuyo.
En 1997, el patógeno se detectó en personas en la provincia del Norte, Salta, y luego se fue propagándose hacia otras provincias en dirección sur. Pero durante los últimos 15 años, produjo 5 epidemias nacionales y llegó cada vez más al sur.
En 2024 y, por primera vez, se notificaron casos autóctonos de dengue en Olavarría, Azul y Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, a más de 600 kilómetros al sur de la Capital.
En cambio, en la primera de las cinco epidemias nacionales, que ocurrió en 2009, la circulación autóctona solo había alcanzado hasta el partido bonaerense de Quilmes, a 20 kilómetros de la Capital.
Para que haya transmisión del virus del dengue es necesario que haya mosquitos Aedes aegypti en el lugar. También que esos mosquitos del lugar se infecten a partir de personas que traigan el virus desde otras zonas.
Como el mosquito está ampliando su distribución hacia el sur, de alguna manera puede “anticipar” la posibilidad de que la circulación de dengue se extienda en los siguientes años.
Hasta ahora, se ha considerado que el dengue no era “endémico” en el país, una característica que significa la enfermedad no era constante o que no tenía una presencia sostenida a lo largo del año.
Eso también podría cambiar aquí, como indica el estudio que analiza la situación en México y Brasil.