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El deporte en la piel: la historia de los tatuajes olímpicos que hacen furor entre los atletas

Los Juegos Olímpicos son el evento más importante en la vida de muchos deportistas. Clasificar y poder competir contra los mejores del mundo representando a su país es un honor que muchos quieren recordar, e incluso graban en sus cuerpos.

El deporte en la piel: la historia de los tatuajes olímpicos que hacen furor entre los atletas

Para  la mayoría de los y las  atletas, alcanzar la gloria en los Juegos Olímpicos representa la cima de su carrera. Años de entrenamiento riguroso, sacrificio y pasión culminan en ese momento dorado sobre el podio o en la competición.

Pero para muchos el viaje suele ir más allá de las medallas y los diplomas: un tatuaje de los anillos olímpicos marca permanentemente su piel.

Los tatuajes olímpicos, generalmente un dibujo de los anillos, son una insignia de honor que representa el más alto nivel de logro deportivo.

Es un rito de iniciación que los une a una hermandad exclusiva. Michael Phelps, el nadador olímpico más condecorado de la historia, lo expresó hace algunos años:

“Cada vez que veo estos anillos, recuerdo los sacrificios y las incontables horas pasadas en la piscina”.

En los últimos 20 años, estos tatuajes se han convertido en una imagen familiar en los Juegos Olímpicos. Atletas de diversas disciplinas lucen los anillos en sus brazos, cuellos, torsos, tobillos y pies. Cada diseño es tan único como el individuo que lo lleva.

Incluso los atletas paralímpicos se unen a esta tradición, aunque las normas les obligan a cubrirse los tatuajes durante las competiciones.

Los tatuajes olímpicos son más que un simple adorno: son un recordatorio permanente de los sacrificios, la dedicación y los triunfos que han llevado a estos atletas a la cima del deporte mundial. Son un símbolo de la comunidad olímpica y del espíritu inquebrantable que impulsa a los atletas a perseguir sus sueños.

El tatuaje que más se repite son los aros olímpicos con sus colores determinados o en blanco y negro, pero otros también frases simbólicas o los logotipos del Juego en el que les tocó participar, o personalizados con detalles.

Paula Pareto, la primera atleta femenina argentina en ganar una medalla de oro individual en la historia, José Meolans o todo el equipo nacional de Handball, son algunos de los deportistas argentinos que llevan esta marca en la piel.

“Los Juegos Olímpicos son el torneo que todo atleta busca jugar, creo que es el máximo logro y el evento deportivo más grande del mundo junto al Mundial de fútbol o quizás un Grand Slam. Con solo decir que sos atleta olímpico se te infla el pecho”, dice al respecto otro que se tatuó los anillos, la figura de Los Pumas 7s Marcos Moneta.

El tatuaje, incluso, se convirtió en una contraseña que abre puertas más allá de la experiencia olímpica.

Retirado del deporte profesional, el judoca argentino Héctor “Toto” Campos emigró a Canadá, donde contó que consiguió trabajo luego de que el dueño de un gimnasio viera que llevaba tatuados los anillos, que se hizo después de participar en Londres 2012.

El significado de los anillos olímpicos

El símbolo olímpico representa los cinco continentes del mundo unidos por el Olimpismo, con sus famosos 5 anillos que fue creada por el Barón Pierre de Coubertin en el año 1914. Ésta bandera presenta un fondo blanco, con cinco anillos entrelazados ocupando su zona central: azul, amarillo, negro, verde y rojo.