Emplazado en el ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio, desde su fundación el Conti se propuso como un espacio de encuentro y reflexión sobre la historia argentina y latinoamericana, la memoria, los derechos vulnerados y las cuentas pendientes de la democracia.
Guiado por las consignas de Memoria, Verdad y Justicia, el espacio lleva quince años transformando en arte y reflexión el horror de la última dictadura militar.
En la misma dirección, trabajan las instituciones que se desprenden del centro cultural como la Biblioteca Obispo Angelelli (con una extensa colección especializada en memoria y derechos humanos) y la revista digital Haroldo.
“En el Conti nos interesa interpelar desde el arte, nos esforzamos por ser un espacio de encuentro entre diferentes generaciones, donde se promueva el diálogo y la colaboración. Fomentamos la experimentación artística, el uso de nuevas tecnologías y la exploración de lenguajes contemporáneos, comprendiendo como nuestra responsabilidad preservar, reivindicar y difundir los legados de lucha de nuestros compañeros y compañeras”, señala la directora del centro cultural, Lola Berthet.
Con motivo de sus 15 años, la institución inauguró dos muestras: “Uso y función. Objetualidades poético-políticas de la ESMA” bajo la curaduría de Lorena Bossi y Guillermina Mongan y también “Impresiones sobre Sudeste” de Hernán Borches, inspirada en la primera novela de Conti.
“Uso y función” es una exhibición que -a través del acceso a documentos, archivos, objetos patrimoniales y operaciones artísticas- propone profundizar sobre conceptos que van desde el disciplinamiento del cuerpo, el léxico militar, hasta el lenguaje codificado del Grupo de Tareas de la ESMA.
“Impresiones sobre Sudeste” involucra la presencia del cuerpo y su trabajo, en un entorno en donde la naturaleza transforma y se ve transformada. La recolección del junco, la exploración del territorio, la contemplación, y el grabado son protagonistas en esta muestra. Se exploran elementos como la luz, el agua, la madera, el papel y el paisaje.
Además, como parte de autenticidad en habilitar espacios de pensamiento y experimentación para jóvenes artistas con diferentes trayectorias, el museo comenzó una nueva edición de las Clínicas CONTI en Artes Visuales, Videopoesía y Cine.
Según cuenta Berthet, durante su gestión impulsaron el acercamiento de las nuevas generaciones. “Nos parece fundamental que tanto ellas como todas las comunidades habiten el Conti”, explica.
En esa línea, durante los próximos meses, continuará la programación del Centro Cultural, que incluye conciertos, obras de teatro, talleres, charlas, performances, proyecciones, recitales de poesía y obras de danza, entre otras disciplinas. El museo incluirá nuevas ediciones del Seminario Internacional Políticas de la Memoria y del Festival Futuros, que se realiza cada año desde 2010 y 2018 respectivamente.
“Aquí convergen la memoria histórica y la cultura, creemos en la potencia transformadora que el encuentro conlleva y que todo arte es político. Seguiremos abogando por un espacio cultural que prepondere la importancia de las democracias, la construcción colectiva y la expresión política a través del arte, siempre junto a los pilares de la Memoria, la Verdad y la Justicia”, asegura la directora de la institución.
Dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti funciona en Avenida Libertador 8151, CABA.