El 26 de junio de 1980, cuenta la curadora de la muestra, Lucía Fariña, toneladas de libros fueron trasladadas desde el depósito de la editorial, en O’Higgins y Agüero (hoy Crisólogo Larralde) hasta un baldío de la calle Ferré al 1040, en Sarandí, para su destrucción.
“La decisión la tomó el entonces teniente coronel y juez Héctor Gustavo de la Serna por considerar que los textos eran peligrosos, subversivos”.
Testigo de ese hecho fue la editora del sello, Amalia Toubes, quien recuerda que los libros, húmedos por el tiempo de guardado, se resistían a arder, y tanto ella junto a otros integrantes de la editorial incitaron a los curiosos, presentes en el lugar, a que se llevaran los volúmenes que pudieran, para rescatarlos de las llamas.
Ante la resistencia de las páginas, fue necesario que los militares a cargo del operativo arrojaran nafta para que finalmente pudieran arder, y fue testigo el fotógrafo del Centro Editor Ricardo Figueira, que documentó el proceso y cuyas imágenes, seleccionadas por Alejo Moñino, hoy forman parte de la muestra “Memoria en llamas”.
Tomando como soporte inicial al libro y sus significantes, este grupo de artistas de diversas estéticas y procedencias realizó un material diverso, cargado de contenido político e histórico, a partir de libros expurgados por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, cuenta Fariña, y explica que todos los años esa institución “purga libros” que no pueden distribuirse porque su contenido está desactualizado y entonces los donan para no desecharlos.
Este tipo de actividades apunta a “generar prácticas activas y colectivas para sostener la memoria y que se mantenga viva la historia y no suceda nunca más”, dice Fariña, citando a la socióloga argentina Elizabeth Jelin, al señalar que “varios de los artistas que exponen fueron censurados y perseguidos, mientras que otros que no vivieron la dictadura continúan con
estas prácticas para que los hechos no se repitan”.
Las muestras, que surgieron como proyectos artísticos de la Subsecretaría de Cultura y Promoción de las Artes de la Municipalidad de Avellaneda, se exhibirán todo el mes de abril, en Colón 451, de esa ciudad bonaerense.