Desde las inmediaciones del domicilio donde transcurrió la toma de rehenes, Berni dijo a la prensa que, en base a la evaluación realizada por una psicóloga que tomó contacto con el agresor, éste estaba bajo un “delirio místico descontrolado”, que cada vez que intentaban hablar con él “respondía con disparos” y estaba parapetado de tal forma que mantenía una posición “prácticamente inquebrantable”.
Sobre el otro fallecido, el ministro dijo que hay que evaluar en qué situación se hallaba en la casa y que, de acuerdo a lo establecido por el médico policial, “por la temperatura y la rigidez del cuerpo llevaba más de cinco o seis horas de fallecido”, es decir que estaba muerto cuando irrumpió la policía en el PH situado en Tres de Febrero al 3900, de Caseros, luego de romper una pared.
Durante el operativo también resultaron heridos tres policías bonaerenses, uno de ellos con un impacto en el cuello, otro en el tórax y el tercero y más grave, en la arteria femoral, por lo que fueron llevados al hospital Ramón Carrillo, adonde se dirigió Berni tras hablar con la prensa.
La situación comenzó el lunes, pasadas las 23.30, en el PH de Alejandro Maldonado (42), donde además de él estaba la esposa, una empleada de la Fiscalía General de San Martín; un amigo, identificado como José Cáceres (47) y la mujer y el hijo de éste.
Según datos preliminares aportados por el propio Berni en base a testimonios, se produjo una situación en la cual Maldonado habría intentado ahorcar a la esposa, tras lo cual le realizó manobras de RCP para reanimarla.
En medio de ese cuadro crítico, los presentes -entre ellos la mujer de Maldonado- huyeron del domicilio, pero el dueño de casa se atrincheró con su amigo aparentemente como rehén.
Tras la denuncia realzada tanto por los allegados como por los vecinos que comenzaron a escuchar disparos, la policía rodeó la casa y fue convocado el Grupo Halcón.
Según Berni, durante toda la noche se intentó negociar con el atrincherado, quien efectuó al alrededor de 300 disparos hacia el exterior y no formuló ninguna exigencia durante la negociación.
“La situación es una persona con alteraciones mentales bastante importantes, totalmente atrincherada y en su delirio decía que se ha preparado para la tercera guerra mundial. Los que lo conocen dicen que tiene máscara antigás, chaleco antibalas. Desde la madrugada hasta ahora lleva por lo menos efectuados 300 disparos, todos dirigidos al personal policial”, dijo Berni, antes de la irrupción policial y la muerte del tirador.
El ministro había anticipado que la persona que estaba con Maldonado podía no estar en buen estado, ya que habían arrojado hacia la propiedad un gas que produce tos y solo se escuchó la voz de una persona.
Tras la llegada al lugar del fiscal de Instrucción 3 de San Martín, Carlos Insaurralde, que ordenó el ingreso policial, los integrantes de grupos tácticos de la policía bonaerense irrumpieron la propiedad luego de romper una pared y atravesar las llamas de un incendio generado por el propio Maldonado.
En esas circunstancias, el agresor fue abatido y el amigo hallado muerto, explicó el ministro.
Por orden judicial, la propiedad fue vallada hasta la llegada de efectivos de Gendarmería Nacional que estarán a cargo de las pericias y de la investigación sobre lo ocurrido.
En las inmediaciones el lugar se hallaban familiares tanto del agresor como del amigo, quienes lloraban juntos y se abrazaban.
Según fuentes policiales citadas por la agencia pública de noticias Télam, Maldonado tenía antecedentes por drogas, mientras que voceros judiciales añadieron que había sido denunciado por conflictos previos con dos hermanos -un hombre y una mujer- por una herencia.
Dos amigos del hombre remarcaron que tenía un perfil violento, problemas de adicción a la cocaína y le gustaban las armas.
“No estaba loco, pero tenía sus problemas de adicción, consumía cocaína”, dijo a Télam Andrés, quien junto a Javier, otro amigo del barrio, dieron algunos detalles del perfil y la vida del agresor que terminó muerto.
“Era una persona violenta, sabíamos que tenía armas pero nunca tuvo un problema en la calle”, aclararon.
Ambos explicaron que Maldonado estaba en pareja con Paula, empleada en la Fiscalía General de San Martín y una hija en común de unos 5 años.
Maldonado además era padre de una adolescente de 15 años con una pareja anterior, con la que tenía una perimetral.
Según los amigos entrevistados por Télam, a José lo apodaban “Jesús” porque “era flaco y tenía el pelo largo”, “vivía de un trabajo de albañilería y de changas” y estaba en pareja con una mujer llamada Ana, con quien tenía dos hijos, un varón y una chica que es la madre de un nieto de tres meses.
En tanto, Alejandro atendía el bufet del club social, deportivo y cultural Villa María Irene, ubicado en la calle Olavarría y Tejedor de Caseros, donde además hacía ollas populares.