Sociedad

Día de las Infancias, una forma de hacer más inclusiva la celebración

Este domingo se celebra el Día de las Infancias, una denominación que hace dos años reemplaza oficialmente a Día del Niño para reconocer desde las políticas públicas a la diversidad, con una visión de derechos más amplia y con perspectiva de género.

En 2020 la secretaría nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), que depende del ministerio de Desarrollo Social, promovió un nuevo nombre para este día que oficialmente pasó a llamarse Día de las Infancias, con el objetivo de hacer más inclusiva y abarcativa esta celebración.

Según el Ministerio de Desarrollo Social, esta modificación “reconoce desde las políticas públicas a la diversidad de las infancias en nuestro país, atravesadas por cuestiones de géneros, discapacidad, lingüísticas, regionales, entre otras; y desde una perspectiva de derechos humanos”.

Se trata de un cambio que busca un enfoque de derechos más amplio y con perspectiva de género. Es una de las jornadas más celebradas en Argentina, que se realiza el tercer domingo de agosto por iniciativa de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete.

Un poco de historia

El festejo en nuestro país se realiza desde 1960, a partir de la recomendación de la ONU para que cada nación destine un día a promover el bienestar de niñas y niños con actividades recreativas.

En 1954, la Asamblea General de la ONU recomendó destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo y promover su bienestar con actividades sociales y culturales.

El objetivo es recordar que los niños son el colectivo más vulnerable y, por lo tanto, el que más sufre los problemas del mundo.

Aunque cada país es libre de celebrar en la fecha que le parece más conveniente, la Asamblea General de las Naciones Unidas definió que el Día Universal del Niño se conmemore cada 20 de noviembre ya que esa jornada, pero de 1959, se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño.

La Convención sobre los Derechos del Niño fue aprobada el 20 de noviembre de 1989 y su cumplimiento es obligatorio para todos los países que la firmaron, incluida Argentina.