Un curioso hecho tiene desveladas a las autoridades de Estados Unidos: durante la tarde del jueves se perdió el rastro de un avión que transportaba a diez personas cuando volaba entre Unalakleet y Nome, en Alaska.
La aeronave desaparecida es una avioneta Cessna 208 Caravan de la compañía Bering Air.
La Policía estatal de Alaska informó que el vuelo tenía nueve pasajeros y un piloto a bordo.
Según el Departamento de Seguridad Pública de Alaska, la avioneta salió de Unalakleet a las 2:37 p.m, pero el registro de su trayecto se perdió en menos de una hora después, precisó el director de operaciones de Bering Air, David Olson.
El avión estaba a 19 kilómetros de la costa, según la Guardia Costera de Estados Unidos.
Estaba operando a su máxima capacidad de pasajeros, según la descripción del avión que hizo la aerolínea.
En tanto, los datos de FlightRadar muestran que la última información del vuelo fue a las 15:16, sobre Norton Sound, informó la agencia de noticias Xinhua.
Unalakleet es una comunidad de unas 690 personas en el oeste de Alaska, a unos 240 kilómetros al sureste de Nome y a unos 640 kilómetros al noroeste de Anchorage.
El jefe de bomberos de White Mountain, Jack Adams, informó que el avión desapareció del radar en algún lugar a lo largo de la costa de Nome.
“Actualmente estamos realizando una búsqueda terrestre activa desde Nome y desde White Mountain y tenemos tanta información actualizada sobre el evento como sea posible”, escribió el departamento de bomberos en un comunicado en Facebook.
El funcionario precisó que los rescatistas llevan a cabo el operativo de búsqueda en un tramo de aproximadamente 50 kilómetros en esa área. “Si no encuentran nada, probablemente convoquemos a otro equipo para que vaya a ayudar”, agregó.
Aunque estiman que la avioneta aterrizó sobre la tierra, no descartan la posibilidad de que hubiese caído al agua.
La desaparición de esta avioneta marca el tercer incidente importante en la aviación estadounidense en ocho días: un avión comercial y un helicóptero del ejército chocaron cerca de la capital del país el 29 de enero, matando a 67 personas; mientras que un avión de transporte médico se estrelló en Filadelfia el 31 de enero, matando a las seis personas a bordo y a otra persona en tierra.