Grecia

Compartimos un programa especial sobre los debates culturales y las decisiones políticas que hoy se viven en Grecia. Asistimos a momentos decisivos del pueblo heleno donde se define su soberanía política y financiera frente a las presiones de los grandes capitales concentrados. Con la conducción de Luciano Galende, y por medio de entrevistas a funcionarios y ciudadanos de diferentes clases sociales, recorremos la actualidad de un pueblo que se debate entre seguir dentro de la Unión Europea o salir en pos de mantener su soberanía.



Compartimos un programa especial sobre los debates culturales y las decisiones políticas que hoy se viven en Grecia. Asistimos a momentos decisivos del pueblo heleno donde se define su soberanía política y financiera frente a las presiones de los grandes capitales concentrados. Con la conducción de Luciano Galende, y por medio de entrevistas a funcionarios y ciudadanos de diferentes clases sociales, recorremos la actualidad de un pueblo que se debate entre seguir dentro de la Unión Europea o salir en pos de mantener su soberanía.
Desde el estallido de la crisis financiera en 2008 hasta la actualidad, la deuda de los diferentes países, principalmente de las potencias económicas, ha crecido en forma exuberante. El caso griego en particular dejaba un 2014 con una deuda del 185% de su producto interno bruto (PIB) y medidas de rescate impuestas por la troika (BCE, FMI y CE) por medio de préstamos, con la condición de que el pueblo heleno lo destine al pago de sus viejos acreedores. Frente a este dilema el gobierno de Syriza ha propuesto un referéndum a realizarse el 5 de julio de 2015 donde la ciudadanía podrá decidir si acepta o no el rescate propuesto por los acreedores. La situación mantiene en vilo a los grandes capitales concentrados, ya que una posible salida de la zona Euro por parte del país heleno significaría un quiebre en las relaciones y presiones que estas potencias económicas tienen sobre el resto de los pueblos del viejo continente. La troika le exige, además, medidas de austeridad como la baja de sueldos y jubilaciones. El pueblo cuna de la democracia sufre un desempleo del 25%, del cual el 60% corresponde a la franja de los jóvenes, deflación, recesión y crisis en la industria. Frente a este panorama, el gobierno conducido por Alexis Tsipras resiste a las presiones consiente de la importancia que esto significa para el resto de los países que sufren opresiones y el temor que supone para la comunidad europea que la osadía se contagie a los países de la Europa mediterránea. Presiones que nos recuerdan las vividas por el pueblo argentino en la debacle social y financiera sufrida en 2001. Esto evidencia que modelo neoliberal se encuentra en una crisis que no puede superar, incapaz de dar respuesta a toda la sociedad. El testimonio de un joven nos sintetiza el panorama, “lo que tenemos que hacer es servir a los intereses del pueblo. Si esto se hace dentro de la Eurozona, entonces pretendemos que se dé dentro de la Eurozona. Sin embargo si nos damos cuenta que los intereses del pueblo no pueden ser representados dentro de la Eurozona tenemos que concebir la posibilidad de una crisis. El Hecho de que el gobierno de Syriza pueda hacer algo aquí en Grecia va a ser una señal para todos los pueblos de Europa de que se puede, de que hay una salida, de que hay otro camino más allá de la austeridad y de la lógica de reducir al mínimo los salarios para poder producir ganancias y volverse competitivos”. El problema no es entre los pueblos, es entre las elites económicas que pretenden decidir el destino de los pueblos y es aquí donde los gobiernos populares deben sentar las bases para la ampliación de los derechos y la participación ciudadana.