
Además de las islas Malvinas, otros dieciséis territorios en todo el mundo carecen de autonomía y son controlados por potencias coloniales. Aunque desde la segunda mitad del siglo XX los procesos de descolonialización lograron la libertad de la mayoría de los pueblos sometidos a regímenes coloniales, los enclaves subsistentes son testimonio de la necesidad de redoblar los esfuerzos internacionales para la eliminación de esta forma de dominación, que expolia los recursos de las tierras colonizadas y amenaza el sostenimiento de la paz.
Algunas claves para entender el colonialismo en el siglo XXI alrededor del mundo, y en particular, en nuestras islas:
Recursos naturales
Cinco empresas británicas exploran y explotan el petróleo de la plataforma continental que rodea a las Malvinas: Rockhopper, Desiré, Argos, Border&South y FalklandOil & Gas. Las compañías están registradas en un “submercado” de Londres, con serias sospechas de lavado de dinero. Hay que considerar además, que las Islas Malvinas desde el punto de vista impositivo para la Corona, son un paraíso fiscal. Toda la zona de control británico posee no sólo riquezas hidrocarburíferas sino también mineras e ictícolas (pesca).
Enclave militar
A 50 km de Puerto Argentino se encuentra la base británica de Mount Pleasant. Es el centro de operaciones de la Royal Air Force (Real Fuerza Aérea Británica). También es un punto estratégico para el despliegue de la OTAN. Argentina reclama ante todo la preservación de una región en donde en tiempos de guerras impera la paz. Otras colonias también alojan bases de OTAN, como Gibraltar, territorio español de posesión británica.
17 colonias
En el mundo quedan un total de 17 territorios considerados por la ONU “no autónomos”, es decir, “territorios cuyos pueblos no han alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio”.
Las colonias son territorios rehenes de los intereses imperialistas. A lo largo de la historia, fueron explotados por sus riquezas mineras y energéticas; y gran parte de los enclaves fueron reutilizados como paraísos fiscales.
¿Qué dice la ONU?
Naciones Unidas ofrece 3 alternativas a los territorios que continúan bajo dominio extranjero: la libre asociación, la independencia o la integración con otro estado. Pero los miembros permanentes del Consejo de Seguridad – países que tienen intereses en los territorios no autónomos entre ellos, Gran Bretaña, EEUU y Francia- vetan todas las resoluciones que puedan amenazar el control que tienen sobre dichas regiones.
Reino Unido, la potencia imperialista con más colonias
El Reino Unido tiene 10 territorios bajo control. Los pueblos de las antiguas colonias tienen, según la «Declaración sobre la concesión de independencia a los países y pueblos coloniales» de 1960 (ONU), derecho a decidir sobre su condición —salvo Gibraltar y las Malvinas por reconocerse una población previa—, y la ONU ha clamado en diversas ocasiones por cerrar de una vez este período de la historia.
España y el colonialismo en África
El Sahara Occidental nunca ha sido independiente. Hoy se encuentra entre los 17 territorios no autónomos y pendientes de descolonización reconocidos por Naciones Unidas.
Estuvo bajo control de España desde 1884 hasta que en 1976, en plena decadencia del régimen franquista, le cedió a Marruecos la administración territorial. La medida generó una ofensiva militar del Frente Polisario, movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental que lucha contra la ocupación de Marruecos y a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui.
Este conflicto se mantiene activo. En las últimas semanas, España rompió su posición de neutralidad y tomó partido por la propuesta de Marruecos para que el Sahara Occidental sea una región dentro de sus territorio.
La anexión Sahara Occidental implica violar el principio de autodeterminación del pueblo saharaui. La decisión de Madrid ignora su responsabilidad sobre el territorio.
Madrid se comprometió ante la ONU a garantizar el proceso de descolonización. Nunca lo hizo. Tampoco respetó la voluntad del pueblo saharaui que exige la realización del referéndum de autodeterminación y que en 2020 retomó la lucha armada ante la inacción de la comunidad internacional.
Un mundo más justo
La esclavitud y el colonialismo son dos procesos conectados y a la vez diferentes. América recibió entre los siglos 15 y 19, millones de africanos para trabajar hasta morir en sus plantaciones. La población africana provenía de colonias inglesas y francesas.
La esclavitud se abolió pero el colonialismo del siglo 21 y 22 siguió impulsado por el mismo pensamiento racista en el que no hay lugar para los gestos humanitarios. El lucro es el fin de todo. Hoy en un contexto de guerras es necesario reabrir el debate sobre la construcción de un mundo más justo. Un mundo sin colonialismos.