Hace 50 años, en 1960, Astor Piazzolla encarnó la vanguardia en el Tango. Para ese entonces, el camión del rock le había pasado por encima y los tangueros estaban prácticamente olvidados. Con el correr de los años, esta situación se revirtió. Los cantantes de Rock incursionaron en el Tango e interpretaron sus melodías y letras con un estilo particular.
Sin embargo, aún hoy, el gran Piazzolla sigue influenciado a muchas bandas jóvenes. Su visión audaz, valiente y provocadora, le permitió mezclar a nuestra pasión argentina con otras melodías. Flamenco, Rock, Murga, y Jazz son algunas de ellas. Quizá, la mayor fusión que haya tenido es con su primo hermano, el Jazz. Ambos nacieron en el puerto, comparten la melancolía y técnicamente son melodías muy cercanas.
A lo largo de su historia, el Tango adoptó ritmos, se amoldó a los cambios sociales y a las nuevas tecnologías. Esta música que “se siente con el alma y se baila con los pies”, actualmente se lee, escucha y comparte por Internet. Trasciende, se mezcla y funde, se contagia de otros ritmos y música. De esas fusiones nace la forma mas futurista, pero también la más controvertida: el Tango electrónico.