El 24 de marzo de 1976, un nuevo golpe cívico militar asalta el poder. Pero este golpe es muy distinto a los anteriores. Por primera vez las tres Fuerzas Armadas – Ejército, Marina y Fuerza Aérea- van a actuar en conjunto.
El golpe contó con el apoyo de varios sectores sociales (La Sociedad Rural, los sectores más conservadores de la Iglesia y los medios de comunicación social) y de los grandes grupos económicos nacionales e internacionales.
La Junta Militar desplegó un aparato de feroz represión que dejó como saldo a miles de muertos y desaparecidos, centenares de exiliados, la derrota del Ejército argentino en Malvinas, la multiplicación de la deuda externa por cinco, la destrucción de gran parte del aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la totalidad de las empresas públicas a causa de la corrupción de sus directivos y de la implementación de una política económica que beneficiaba a los grupos económicos locales y extranjeros.