“Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta”, declaró a la prensa el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, al finalizar tres horas de reunión con Bukele.
Rubio llegó este mismo lunes a El Salvador como parte de su gira centroamericana, la primera que lleva a cabo como secretario de Estado y con la que busca frenar los flujos migratorios que se dirigen al norte.
Uno de sus principales objetivos era abordar con Bukele la posibilidad de cerrar un acuerdo, similar al que hubo en el primer mandato de Trump (2017-2021), para considerar a El Salvador como un Tercer País Seguro, lo que permitiría a Estados Unidos deportar allí a migrantes de otras nacionalidades, como los venezolanos.
Tras el encuentro, Rubio anunció que El Salvador aceptará la deportación de migrantes indocumentados de cualquier nacionalidad que cometan delitos graves, y puso como ejemplo a supuestos integrantes de la pandilla Mara Salvatrucha (MS13) o de la banda venezolana del Tren de Aragua.
Rubio lo calificó como un “acuerdo migratorio sin precedentes y el más extraordinario de cualquier parte del mundo”.
Por su lado, Bukele detalló en redes sociales que el pacto consiste en aceptar el ingreso “únicamente de criminales convictos”, incluso con nacionalidad estadounidense, en la famosa cárcel de máxima seguridad de su país, llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), donde cumplen condena miembros de las pandillas.